Pep Guardiola ya sabe lo que es complicar los planes de Deco. El de Santpedor, en su llegada como entrenador del FC Barcelona en el verano de 2008, consideró tomar decisiones contundentes para ejecutar su idea de juego lo más precisa posible. Entre esas determinaciones tan importantes se destaca el hecho de prescindir de algunos pesos pesados de aquella plantilla, como es el caso del actual director deportivo del Barça.
Guardiola cortó de raíz a Deco
Fue una decisión bastante controvertida, teniendo en cuenta que Deco representaba uno de los pilares del ciclo de Frank Rijkaard, con quien conquistó la segunda Champions League de la historia de la entidad azulgrana. Sin embargo, Guardiola en su presentación fue claro al manifestar que el portugués, además de Ronaldinho y Samuel Eto'o, no formaban parte de sus planes para liderar al nuevo FC Barcelona: "Estos tres jugadores no están en nuestra cabeza a día de hoy, contemplamos la plantilla sin ellos".
Al final, Eto'o se quedó en el FC Barcelona, pero Deco y Ronaldinho sí que tuvieron que dar un paso al costado, concretamente al Chelsea y AC Milan, respectivamente. Pep alegaba que su determinación se debía a razones "poco tangibles", lo que denota que la relación con el que fuera centrocampista nunca llegó a ser la mejor. Esa justificación no fue del agrado del actual ejecutivo del Barça, por lo que desde entonces han estado arrastrando muchos problemas.
Basta con recordar unas declaraciones de Deco algunos años después de haber finalizado su etapa como jugador culé, en donde dio un palo bestial al técnico catalán: "Fue un buen entrenador en el Barcelona, pero sigo diciendo que no inventó nada. Para valorarle mejor habrá que verle también en otros sitios, en otros clubes".
Pep sigue complicando a Deco
Con el paso de los años y el salto de Deco a la dirección deportiva del FC Barcelona, se ha vuelto a dar un escenario en el que Guardiola está complicado sus planes. En este sentido, a la planificación del ejecutivo portugués en el mercado de fichajes del club azulgrana. En tan solo unos pocos días, el entrenador del Manchester City se ha cargado un par de incorporaciones que estaban pensadas para reforzar al primer equipo azulgrana.
La primera de ella es Savinho. El extremo brasileño gusta mucho al Barça, sobre todo por la necesidad de la plantilla de contar con un atacante que tenga talento para regate. El problema para el club catalán es que el joven talento forma parte del City Football Group, al haber jugado ya en dos equipos del holding: el Troyes francés y el Girona. Lo más fácil sería que, en caso de seguir deslumbrando en la Liga, acabe dando el salto al City de Pep, tal y como han sido las últimas informaciones.
Mientras que el segundo fichaje que Guardiola está cerca de cerrar es el de Claudio Echeverri. La joya del fútbol argentino confesó su deseo de jugar con la camiseta del Barça, teniendo en cuenta que siguió al equipo en la época de Messi. Su incorporación no representaba un problema económico, debido a que su cláusula de rescisión ronda los 25 millones de euros. Sin embargo, el City ha vuelto adelantarse en una rápida negociación con River Plate, según lo informado por fuentes como Fabrizio Romano. De esta forma, Deco se quedaría sin dos jugadores por la intromisión del que fuera técnico del FC Barcelona.
Las derrotas del Barça contra Guardiola
De concretarse las dos operaciones que hemos comentado, el FC Barcelona ampliaría su listado de derrotas contra Guardiola en el cuanto al mercado de fichajes se refiere. La presencia del exitoso entrenador --y el poderío económico del Manchester City-- son armas que han complicado al Barça en la lucha por ciertos futbolistas, como fue el caso de Erling Haaland. El noruego decidió dar el paso a la Premier League al considerar que era el entorno ideal para ganar su primera Champions League, sin dejar de lado el factor financiero del traspaso.
Tampoco hay que pasar por alto el fichaje de Julián Álvarez, el delantero argentino que ahora está en boca de todos. Su incorporación se dio justamente en el mismo mes en el que el City vendió Ferran Torres al Barça por 55 millones de euros, por lo que con ese traspaso consiguieron pagar fácilmente los 21,40 kilos del acuerdo pactado con River Plate. El joven atacante había sido ofrecido al club azulgrana, pero al final los contactos no prosperan, por lo que Pep pudo aprovechar la situación.
Dentro del FC Barcelona solo pueden sacar pecho por el fichaje de Ilkay Gundogan, que durante varios años fue una pieza importante para Guardiola en la mitad de cancha y que incluso rechazó las propuestas para renovar su contrato. La incorporación de Ferran Torres podría entrar en ese listado, aunque en este caso el de Santpedor no tuvo tanto problema en dejar salir al atacante valenciano, dejando claro que no se trataba de un imprescindible en la plantilla.