Preocupación latente en el seno de la directiva. La visita del Atlético de Madrid, uno de los grandes partidos del calendario, no generó la expectación que se presumía en las gradas. El descenso de espectadores del domingo fue una sorpresa. La única de una noche menos fría de lo anunciado --aunque el frío se notaba en los huesos-- y un excelente partido del FC Barcelona, que confirmaba su recuperación anímica.
Las 34.568 personas que vivieron el triunfo (1-0) en directo, muy pocas para las dimensiones en las que se movía el club, sólo cubrieron el 69,9% del aforo oficial establecido cuando se expusieron los detalles del exilio al estadio olimpico. Pero la media de asistencia es todavía alta, del 83,8% del aforo total; un porcentaje parecido al que se registraba en el Camp Nou (84%).
Las cifras totales son mucho menores, es cierto. Y puede que influya notablemente la bajada de temperaturas de los últimos días. De cara al Barça-Girona, la amenaza de ver un Olímpic semi-vacío crece de nuevo. O, por el contrario, de verlo repleto de aficionados del Girona, que sí se prevé que acudan en masa a animar a su equipo.
El puente de diciembre influye
Cabe recalcar que, al encontrarnos en días de puente, es muy posible que los culés lleguen cansados al domingo a las 21 horas de la noche, y prefieran quedarse en casa para ver el partido por TV y descansar de cara a la jornada laboral del día siguiente.
Eso, unido al frío, puede provocar que nuevamente se registre una asistencia menor de lo esperado. Y eso que el partido lo vale, al tratarse de un Barça que se enfrenta al sorprendente colíder de Primera División.
Al FC Barcelona le pueden acompañar 49.472 espectadores en Montjuïc, que son el número de butacas habilitadas por la entidad. Cifra que no es del todo real, más allá de que hay 55.926 asientos disponibles en el estadio. El día del clásico se anunció una asistencia récord de 50.112 personas.
El hándicap de los abonados
El problema es que se parte de una base mínima. El número de abonados del Camp Nou --alrededor de 80.000, cifra nunca concretada por la entidad-- ha descendido a los 17.064 socios que adquirieron el pase de Montjuïc, lejos de las 27.000 butacas que preveía la directiva. De ahí parte de la explicación de que las cifras de asistencia sean tan variables en Montjuïc, sin acabar de llegar a un equilibrio. El Barça, en cualquier caso, espera que a última hora se produzca el milagro.