Situación esperpéntica la que se vivió en los vestuarios del FC Barcelona, una vez finalizado el partido contra el Atlético de Madrid en Montjuïc. Si Sánchez Martínez y sus ayudantes habían estado enturbiando la actuación de los culés durante todo el encuentro, con el penalti no pitado a Joao Félix y un criterio desigual con las tarjetas amarillas --escandalosas a Joao Felix y Araujo--, después las tensiones se trasladaron hasta la puerta del vestuario del Barça.
Según ha podido saber Culemanía, Raul Cabañero, linier del colegiado principal del Barça-Atlético, se quedó en la puerta de la caseta blaugrana en el descanso y al final del partido de este domingo. Al parecer se había percatado de que había malestar en el equipo azulgrana --por el arbitraje-- y se quedó por si podía escuchar algún comentario que perjudicase a los intereses locales.
Cabe recordar que los árbitros normalmente se dirigen a su propio vestuario, sin pasar por el de los jugadores. Al final del partido Edu Polo, jefe de prensa y uno de los miembros del staff de Xavi, se encontró al linier y le aconsejó, de forma educada, que era mejor evitar las tensiones que podía provocar su presencia en ese lugar antes de que llegaran los jugadores del Barça.
Lío en la puerta del vestuario azulgrana
Ahí fue cuando empezó el lío. Fuentes del vestuario culé han confirmado a Culemanía que Cabañero, tras preguntar de malas formas a Edu Polo quién era, avisó por el pinganillo a Sánchez Martínez para que se sumase a la puerta del vestuario.
Cuando llegó, el árbitro pidió a Edu que se identificara, ya con Xavi Hernández también presente. El colegiado terminó recogiendo el encuentro en el acta, pero sólo un presunto “¿tú qué haces aquí?” de Edu Polo, no el por qué lo dijo ni qué más se dijeron en el altercado. Tampoco las malas formas de su juez de línea.
Tensión latente con Sánchez Martínez
El jefe de prensa de Xavi intentó llevarse entonces a Sánchez Martínez de la puerta del vestuario del Barça y acompañarle al vestuario de los árbitros. Intentó dialogar con él, pero la respuesta del árbitro fue contundente: "Con usted no tengo nada que hablar, ya me lo ha contado todo mi asistente y le tengo identificado", soltó.
Un escenario de malas formas y tensión latente no es habitual, y que deja entrever que los colegiados estuvieron buscando las cosquillas al FC Barcelona. Durante el partido, y también después. El altercado acaecido en los vestuarios de Montjuïc es una prueba más de ello, además de los últimos arbitrajes recibidos contra Rayo Vallecano y Atlético de Madrid. El Barça, contra viento y marea en esta Liga.