El arbitraje español no atraviesa su mejor momento. Cada jornada es recurrente ver imágenes de polémicas de colegiados, lo que genera una enorme insatisfacción entre los aficionados. El FC Barcelona sabe a la perfección esa situación, siendo perjudicado en varios partidos por fallos arbitrales. La actuación de Sánchez Martínez en el duelo contra el Atlético de Madrid en Montjuïc encaja con esto, debido a que cometió un montón de errores que son difícilmente comprensibles.
El penalti no pitado a Joao Félix
El partido entre azulgranas y colchoneros tuvo una enorme cuota de polémica, sobre todo por una falta que recibió Joao Félix dentro del área y que finalmente no fue sancionada por Sanchez Martínez ni por Martínez Munuera, que estuvo encargado de gestionar el VAR. Fue una acción que no deja duda sobre el golpe de Mario Hermoso sobre el atacante culé, en especial porque impacta en la zona del tobillo derecho.
Se trata de una acción importante, porque debió ser sancionada como penalti y también con una expulsión directa para Mario Hermoso. Al final, el árbitro principal solo decidió continuar con el partido. Básicamente es otro penal que no cae en el lado azulgrana y que se suma a la larga lista de la actual temporada, recordando que en la jornada previa contra el Rayo Vallecano debieron pitar dos faltas a favor del Barça.
Amarillas injustificadas para el Barça
Mientras transcurría la segunda mitad, Sánchez Martínez empezó a inclinar cada vez más la cancha a favor de los dirigidos de Diego Simeone. Fue un tramo del encuentro en donde los colchoneros mejoraron en la presión, aunque también se aprovecharon de las diferentes faltas y amarillas injustificadas que cobró el colegiado. En este sentido, la amarilla a Ronald Araujo causó bastante indignación en el barcelonismo.
A pesar de que el Atlético de Madrid fue bastante más duro con las entradas y con las faltas, el árbitro consideró que el Barça merecía un castigo más severo en ese tipo de jugadas. El equipo azulgrana terminó el encuentro cinco tarjetas amarillas, mientras que el sector rojiblanco recibió cuatro amonestaciones. Una cifra que no puede explicarse bajo ningún motivo, sobre todo si tenemos en consideración que jugadores como César Azpilicueta coquetearon con la expulsión por su rudeza en los choques.