Jugar en el fútbol profesional supone un reto monumental. Por una parte requiere una clara exigencia mental, pero también mucha suerte en lo físico. Una combinación de factores que hace que triunfar en la élite sea mucho más complicado de lo que parece en primera instancia. Isaac Cuenca, futbolista formado en la cantera del FC Barcelona, ha querido contar su perspectiva de los problemas que vivió en los terrenos de juego.
El canterano del Barça, que llegó a jugar junto a Leo Messi en la temporada 2011-12, concedió una entrevista en el diario Ara para hablar de su recorrido como futbolista y su inminente decisión de colgar los botines en 2020. "Lo más importante que me ha enseñado el fútbol es que no todo es como quieres. Si crees que eres muy bueno, hay otro mejor. Y si crees que eres buenísimo, quizás te lesiones y nadie te quiere. A mí me ha puesto en lugares que no me esperaba y mírame ahora, retirado con 30 años", manifestó el que fuera jugador del elenco azulgrana.
En este sentido, Cuenca señala que las lesiones fueron una dramática experiencia en su carrera, dejándole prácticamente en un estado en el que no puede participar en partidos que exigen cierto desgaste físico: "Si te aferras a algo, puede acabar destruyéndote. Y siento que me ha pasado esto. Si me hubiera retirado año y medio antes, no habría sufrido tanto. Me he aferrado al fútbol y he acabado petando. No podría competir ni en la Kings League. Ahora he renacido".
Su vivencia en el Barça
Su irrupción en el Barça de Pep Guardiola fue sorprendente, debido a que en la 2011-12 pudo aportar hasta cinco asistencias en siete partidos disputado en la Champions League, siendo uno de los futbolistas revelación de ese curso. Sin embargo, no pudo ganarse un lugar en la plantilla y tuvo que empezar a recorrer diferentes equipos buscando esa continuidad que tanto anhelaba.
"Venía del Sabadell e intentaba disfrutar del césped bien cortado, de los desplazamientos, de los estadios... Pero en el fondo estaba descolocado. Con el tiempo les he entendido porqué aquel equipo tenía mucha presión. Venía de ganarlo todo. Sí que alguna vez flipaba con algunas cosas, pero, ostras, es que eran los mejores del mundo. Leo, Xavi, Andrés, Víctor... ¡Cómo tiraban del carro! Eran una pasada", indicó.
Tras esa situación, Cuenca ha encontrado la felicidad lejos de los terrenos de juego. Son varios los casos de canteranos que no encontraron su hueco en el Barça, pero que consiguieron esa tranquilidad con el tiempo.