Todos hablan de él, pero pocos le conocen. Savio Moreira de Oliveira, más conocido en la Liga como Savinho, se está convirtiendo en una de las grandes revelaciones en el presente campeonato. Mucho ojo tuvo el Troyes francés cuando decidió apostar unos siete millones por él. Un mediapunta de 19 años que, tras no haber triunfado en el PSV Eindhoven --donde no le dieron bola-- está explotando en Girona.
Se trata de una apuesta firma del City Group, y Pep Guardiola está muy atento al rendimiento que está mostrando en la Liga. No en vano podría acogerle en el Manchester City en un tiempo, cuando haya eclosionado definitivamente. Ya lo dijo Míchel, el técnico del Girona, hace unas semanas: "Es un orgullo tenerle en el equipo, pero este tipo de jugadores suelen volar rápido".
De melón por abrir a futuro crack
Aunque hasta ahora era un melón por abrir, algunos ojeadores ya habían advertido que el joven extremo era un jugador diferencial, a pesar del poco protagonismo que tuvo con la camiseta del PSV. Pues bien, su adaptación no sólo ha sido instantánea a las órdenes de Míchel, sino también a nivel posicional. Con la figura de Tsygankov por la banda diestra, Savinho se ha desplazado al carril izquierdo para que, en siete jornadas, nadie se haya acordado de Rodrigo Riquelme.
Cambio de ritmo, regate, habilidad y capacidad de decisión... Y también definición de cara a puerta. A pesar de ser un jugador en plena formación, el atacante es sin duda uno de los nombres propios del Girona y de la Liga, un jugador completo que no tardará en recalar en algún grande si sigue progresando a este ritmo.
Savinho, celebrando un gol marcado con el Girona
El Manchester City, muy atento
Un grande que, naturalmente, sería con toda probabilidad el Manchester City de Pep. De momento ha sido protagonista en los siete choques ligueros como titular, asombrando con dos goles y cuatro asistencias.
La última de ellas, este pasado miércoles frente al Villarreal en el Estadio de la Cerámica. Pese a que los grandes clubes de Europa están muy atentos, en Girona se contentan con el simple hecho de poder disfrutar de su juego durante, al menos, 31 jornadas más.