El culé sigue recordando a Messi a la mínima de cambio. El argentino es para los azulgranas aquella expareja, cuya relación fue idílica y terminó por circunstancias que nada tienen que ver con el desamor. Por ello, los aficionados del Barça, en un ejercicio cercano al más puro masoquismo, siguen de cerca los nuevos pasos del mejor jugador de la historia y, para más inri, se alegran de sus triunfos como si fueran suyos, pese a que haya una parte de dolor en ellos.
Ya sea en París, en Miami o en Argentina, Leo Messi sigue demostrando que la edad es solo un número y sigue deslumbrando al mundo semana tras semana con el mejor fútbol del mundo. Lo cierto es que ha caído de pie en su nuevo club, que no ha dejado de ganar desde su llegada. Igual que en la selección, que, después de levantar el Mundial en diciembre, tiene hambre de más y lo demuestra con antológicas actuaciones.
Messi le brinda otra victoria a Argentina
Messi estuvo cerca de regresar al Barça, pero no sucedió. De haber sido así, además de todo el componente sentimental y futbolístico que hubiese iluminado Montjuic, hay un aspecto concreto que se hubiese recuperado, y que el conjunto azulgrana no conoce desde su marcha en 2021: los goles de falta.
Esta pasada madrugada, en el encuentro que disputó --y ganó-- Argentina frente a Ecuador, Messi volvió a deleitar al respetable del Más Monumental con un precioso gol de tiro libre. No hubo más tantos en el partido, pero dicha obra maestra amortizó el precio de la entrada que habían desembolsado los allí presentes.
El drama que vive el Barça sin Messi
Hace ya tres temporadas que Messi no viste de azulgrana (el PSG no cuenta). Casualidad o no, es el mismo tiempo que lleva el Barça sin anotar un gol de falta en un partido oficial. El último, de hecho, data del 2 de mayo del 2021, cuando el propio Leo anotó en Mestalla uno de sus múltiples tantos de tiro libre.
Desde entonces, el Barça está huérfano de este tipo de goles. Ni Depay, ni Ansu Fati, ni Lewandowski han logrado perforar la red con el balón parado y una barrera de por medio. Solo lo logró Raphinha, en un amistoso de esta pretemporada frente al Arsenal, con la colaboración de un defensor rival, en quien rebotó el balón antes de entrar llorando a la portería.