El viaje de Joan Laporta a Kirguistán ha servido para expandir las fronteras de las Barça Academy's hasta Asia. La primera academia en la república kirguisa se ubica en unos terrenos públicos de la ciudad Jalal-Abad. El máximo mandatario del FC Barcelona también puso la primera piedra de una futura segunda academia en la capital, Bishkek, junto al presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov. A pesar de anunciar con mucho bombo y platillo los nuevos acuerdos comerciales, el pacto queda manchado, cuando menos, por la polémica.
Y es que, la mano derecha de Japarov, el presidente del Comité de Seguridad Nacional y jefe de los servicios secretos, Kamchybek Tashiyev, es conocido por la represión que ejerce contra la oposición al gobierno y los periodistas. Desde la llegada de Japarov al mando del estado asiático en enero de 2021, Kirguistán se ha desplomado --ha caído 50 puestos-- en la clasificación de libertad de expresión de Reporteros sin Fronteras.
Acuerdo salpicado
No se ha asociado Laporta con los políticos más reputados. El hijo de Tashiyev, Emirjan Kydyrshayev, jugó en la cantera del Barça antes de fichar por el Levante. La familia de la mano derecha del presidente kirguisa controla el negocio del petróleo al sur del país, con sospechas de acciones fraudulentas que la prensa ha intentado investigar.
No obstante, Tashiyev reprendió a los medios de comunicación con acciones reprobables como el arresto del periodista Bolot Temirov y su expulsión del país. Y como este, otras 36 detenciones de activistas políticos en febrero de 2023 tras protestar contra el intercambio de territorios con Uzbekistán, acuerdo secreto llevado a cabo por el gobierno sin la aprobación de la oposición.
Malos recuerdos
Precisamente, la relación con el país uzbeko tampoco deparó el mejor desenlace para Laporta en su primer mandato al frente del Barça. Por aquel entonces, el equipo azulgrana visitó el país oriental para disputar un partido amistoso debido a la buena relación de Jan con la hija del presidente uzbeko, Gulnara Karímova, vinculada al club FK Bunyodkor. Actualmente, la familiar del expresidente se mantiene en prisión por delitos de corrupción y malversación, además de violar su arresto domiciliario.
Por si esto fuera poco, Laporta cobró 10 millones de euros por su estancia en Uzbekistán, cifra que no declaró a Hacienda. Este cúmulo de despropósitos llaman a la prudencia a la hora de establecer negocios con otro gobierno salpicado por la corrupción como el de Kirguistán.