Joan Laporta, eufórico, celebra su victoria en las elecciones presidenciales del Barça de 2003 / CULEMANÍA

Joan Laporta, eufórico, celebra su victoria en las elecciones presidenciales del Barça de 2003 / CULEMANÍA

Palco

Aciertos y errores de Laporta en su primera etapa como presidente del Barça

La gestión de Laporta en 2003 comenzó con el fichaje de Ronaldinho y terminó con tensiones en las cuentas en 2010

25 diciembre, 2021 01:21

Joan Laporta ganó, contra pronóstico, las elecciones a la presidencia del FC Barcelona en 2003. El abogado barcelonés superó a Lluís Bassat, el candidato del establishment, en unos comicios condicionados por la crisis deportiva, económica e institucional que sufría el club tras un mandato poco afortunado de Joan Gaspart. Laporta presidió el Barça hasta 2010 con muchas luces y sombras. Generó mucha ilusión con el fichaje de Ronaldinho y terminó con problemas de tesorería. Estos fueron los principales aciertos y errores.

Ronaldinho y el círculo virtuoso

Laporta activó el círculo virtuoso con el fichaje de Ronaldinho. La contratación del crack brasileño cambió el pesimismo que se había instalado en el club por una ilusión contagiosa, como su sonrisa. El Barça pagó 27 millones de euros al PSG por un jugador mágico, con un talento descomunal que rindió a gran nivel durante tres años. Luego se apagó, consumido por la noche barcelonesa y la desmotivación.

Con Ronaldinho el Barça ganó dos Ligas y la Champions de 2006. En el recuerdo quedan goles memorables. El más famoso fue contra el Sevilla, en la noche del gazpacho, porque el partido comenzó a las 00:05 horas y el club regaló un caldo frío a los socios y aficionados que acudieron al estadio.

Ronaldinho, uno de los ídolos de Raphinha / EFE

Ronaldinho, uno de los ídolos de Raphinha / EFE


Ronaldinho celebra su espectacular gol al Sevilla / EFE

Franz Rijkaard

El fichaje de Frank Rijkaard no era prioritario. Joan Laporta, aconsejado siempre por Johan Cruyff, soñaba con Marco Van Basten, pero el exdelantero del Ajax y del Milan declinó la propuesta azulgrana. Entonces se activó la operación Rijkaard, un técnico muy tranquilo y pragmático. Con él, el Barça recuperó el buen juego y la presión alta.

Los inicios de Rijkaard fueron complicados. La primera vuelta del Barça en la temporada 2003-04 fue un desastre. En el mercado de invierno llegó Davids y el equipo se transformó. Un año después, el Barça fichó a Deco y Etoó. El equipo encadenó dos Ligas y ganó la Champions. Después llegó la autocomplacencia y el técnico holandés fue sustituido por Guardiola en 2008.

Pep Guardiola

El Barça estaba en crisis en 2008, el año en que Laporta salvó una moción de censura por los pelos. Con Rijkaard, el equipo se abandonó. Los malos hábitos se instalaron en el Barça y la junta directiva negoció con José Mourinho, un técnico de perfil duro, exigente y autoritario. Laporta dudó, pero finalmente aceptó el consejo de Evarist Murtra, quien le recomendó que ascendiera a Pep Guardiola al primer equipo.

Con Guardiola de entrenador, el Barça lo ganó todo, sobre todo en 2009. Ese año, el Barça ganó los seis títulos posibles: Copa, Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Fue el primer club que lograba semejante hazaña.

Boixos Nois

Laporta fue el presidente del Barça que terminó con los Boixos Nois. Con los privilegios del grupo radical. Su campaña “tolerancia cero” con la violencia marcó tendencia en el fútbol español. El presidente del Barça recibió amenazas de todo tipo, con pintadas en su casa y un intento de agresión cuando abandonaba el Camp Nou.

Los Boixos Nois exhiben su simbología en el estadio / ARCHIVO

Los Boixos Nois exhiben su simbología en el estadio / ARCHIVO


Los Boixos Nois, en el Camp Nou / REDES

Unicef

El Barça buscaba patrocinador para la camiseta del primer equipo de fútbol. El club negoció con casas de apuestas y con el gobierno chino, pero finalmente se decantó por una propuesta diferente. Solidaria: Unicef. Fue, sin duda, un golpe de efecto brutal de la junta directiva de Laporta. Con Rosell en la presidencia, el Barça cambió Unicef por Qatar Foundation.

Los terrenos de Viladecans

El Barça, con Laporta en la presidencia, buscó un pelotazo y acabó firmando una de las peores operaciones de su historia con la compra de unos terrenos en Viladecans. El presidente proyectó la construcción de la Ciutat del Soci en unos terrenos que no son edificables. Por ellos pagó 18 millones de euros. Actualmente, su valor apenas supera los tres millones de euros. La operación fue ruinosa.

Laporta, en su primera etapa como presidente del Barça, también fracasó en su intento de reformar el Camp Nou. Encomendó su proyecto a Norman Foster, quien diseñó un estadio con paneles luminosos por valor de 240 millones de euros. El arquitecto británico cobró seis millones por un proyecto que quedó en el olvido. Aquella reforma se pagaba con la construcción de pisos en el Miniestadi.

Uzbekistán

Joan Laporta presumía de Unicef, pero el abogado barcelonés también hizo negocios en un país con escasa cultura democrática como Uzbekistán. En 2011, el presidente del Barça admitió que cobró más de 10 millones de euros por asesorar a un magnate de Uzbekistán a través de su despacho de abogados, Laporta & Arbós Advocats.

Joan Laporta y Bayram Tutumlu, en las oficinas del Barça / FCB

Joan Laporta y Bayram Tutumlu, en las oficinas del Barça / FCB


Joan Laporta y Bayram Tutumlu, en las oficinas del Barça / FCB

El máximo dirigente del Barça facturó 10,5 millones de euros a la empresa Zeromax, propiedad de Miradil Djalalov “por la prestación de consultoría empresarial durante tres años”. El caso acabó en los tribunales porque el intermediario Bayram Tutumlu, que años antes era el representante de Michael Laudrup, le reclamó una comisión que Laporta se negaba a pagar.

Politización del Barça

El Barça presume de ser “més que un club” por su identificación con Catalunya. Con Laporta en la presidencia, el club se posicionó a favor de las proclamas independentistas y de la oficialidad de las selecciones catalanas, suscitando un gran malestar en muchos aficionados, socios y peñas. Curiosamente, el excuñado de Laporta, Alejandro Echevarría, era patrono de la Fundación Francisco Franco.

La crisis deportiva e institucional de 2008

Como el Ave Fénix, el Barça resurgió de sus cenizas en verano de 2008. Ese año fue muy crispado. El equipo de Rijkaard dimitió y acabó tercero en la Liga, por detrás del Real Madrid y del Valencia. El descontento de la masa social subió de tono y la oposición activó una moción de censura contra la junta directiva que presidía Laporta.

El resultado de la moción de censura evidenció el gran malestar de la masa social barcelonista. El 60,60% de los socios (23.870) que votaron lo hicieron a favor del proceso que inició Oriol Giralt. Los 14.871 socios que votaron en contra salvaron la cabeza de Laporta. Ocho directivos dimitieron de forma inmediata. Entre ellos, tres vicepresidente: Albert Vicens, Ferran Soriano y Marc Ingla. Mucho antes, en 2005, se produjeron las primeras dimisiones en la junta directiva con las salidas de Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu, Javier Faus, Jordi Moix y Jordi Monés por discrepancias con la manera de gobernar el club de Laporta, a quien acusaban de presidencialista.

oriol giralt

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Oriol Giralt vota en la moción de censura de 2008 / EFE

Método 3

El resultado de la moción de censura dejó muy tocado a Laporta. Desde 2008 a 2010, el hombre de confianza del presidente del Barça era Joan Oliver, director general del club que alcanzó notoriedad en TV3 y que años después hundió al Reus. En esa etapa, espías de Método 3 investigaron a directivos del club, al entonces exvicepresidente Sandro Rosell y a futbolistas como Gerard Piqué –por sus salidas nocturnas--, entre otros. El responsable de seguridad del Barça era Xavier Martorell. Entre los directivos que presuntamente fueron investigados había cuatro vicepresidentes: Joan Franquesa, Jaume Ferrer, Joan Boix y Rafael Yuste. Laporta también recibió muchas críticas de la oposición por algunos gastos de representación en sus últimos dos años como presidente del Barça y por la deuda que dejó en el club, preludio de una acción de responsabilidad que emprendió la junta directiva de Sandro Rosell.