El Barça ha movido ficha en su particular guerra contra Nikola Mirotic. El club azulgrana se ha cansado del tira y afloja con el ala-pívot montenegrino y ha anunciado la rescisión contractual del jugador. Sin embargo, el culebrón no ha hecho más que empezar. Sencillamente, la batalla ha cambiado de escenario y próximamente se trasladará a los juzgados. Entidad y jugador han separado sus caminos sin haber alcanzado un acuerdo por la cantidad del finiquito, que tendrá que determinar un jurado según hemos podido saber en Culemanía.
La posición intransigente de Mirotic precipitará el comienzo de un litigio. El que fuera la estrella del Barça de basket exige cobrar íntegramente los 22 millones de euros brutos que le restan por percibir. Disconforme con la cantidad que el club planea abonarle, el ala-pívot montenegrino irá a juicio contra el equipo que ha liderado las últimas cuatro temporadas.
11 millones de la discordia
La rescisión unilateral por parte del FC Barcelona puede interpretarse como un despido improcedente en términos legales, pues Mirotic ha cumplido sus obligaciones como trabajador del club. Es el terreno económico el que decantó la decisión del club, consensuada por el presidente Joan Laporta, el mánager de la sección Juan Carlos Navarro, y el directivo responsable de la sección Josep Cubells.
Una vez comunicada la drástica medida al afectado, el Barça pretendía desembolsar un año de finiquito, equivalente a 11 millones de euros brutos. Sin embargo, el contrato de Mirotic en vigor no caducaba hasta junio de 2025. Por lo tanto, al exjugador de la NBA le corresponden otros 11 millones brutos, salvo acuerdo amistoso. Y esa entente no ha tenido lugar tras un mes de negociaciones.
Las posturas ya empezaron muy alejadas porque la directiva optó por echar a su jugador franquicia, en vez de entablar conversaciones para una reducción de salario. Mirotic lamentó en una entrevista con el periodista José Ignacio Huguet que "en ningún momento el Barça habló conmigo de una posible rebaja".
Contra las cuerdas
El Barça debía rebajar el coste de las secciones profesionales en aras de cumplir las obligaciones con el plan de tesorería presentado a la Liga. Así ha justificado el club catalán la rescisión de Mirotic en un comunicado: "esta medida se circunscribe en el cumplimiento del plan de viabilidad económica fijado por el FC Barcelona".
La entidad atraviesa una situación complicada en términos financieros. El coste de las secciones tan solo pudo reducirse cuatro millones hasta los 104 y tuvieron que acudir al rescate el ejecutivo Mateu Alemany, el presidente Joan Laporta y el tesorero Ferran Olivé con un aval de 6,6 millones. Aun así, está prevista la reducción del presupuesto destinado al baloncesto de unos 40 millones a unos 30.
No les quedaba más remedio a los dirigentes del club que optar por sacrificios como el de Mirotic en la sección de baloncesto, o el de Gonzalo Pérez de Vargas en el caso del balonmano. El icónico guardameta dejará el club en julio de 2024, una vez expirado su contrato, tras denegarle las exigencias de una mejora salarial. Ahora bien, será un juez el que dirima en los tribunales la cantidad que le deberá abonar finalmente el FC Barcelona a la estrella de basket. En caso de fallar a favor de Nikola, la rescisión habrá resultado en vano a efectos de ahorro salarial.