Los negocios que rodean el Camp Nou sufren una sustancial bajada en las ventas desde que empezaron las obras del estadio, según explica ha explicado David Escudero en un reportaje del diario Ara. Tiendas de souvenirs, churrerías, bares y quioscos del barrio de Les Corts están pasando por una complicada situación económica.
Desde que empezaron las obras del feudo azulgrana a principios de mes, el número de aficionados culés y turistas de todo el mundo ya no se acercan a campo santo para ver partidos, el museo o hacer el tour. Muchos comercios colindantes se habían acostumbrado a vivir gracias al gentío que se acercaba a las inmediaciones del Camp Nou, y ahora, se lo han quitado hasta 2025.
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Las ventas descienden porcentajes alarmantes
Algunos negocios que se dedicaban a vender recuerdos del FC Barcelona han debido readaptar sus productos tras experimentar una disminución en las ventas de hasta un 90%. "En esta tienda antes vendíamos souvenirs de Barcelona, pero como ya casi no hay turistas, ahora nos dedicamos a vender móviles", ha confesado un vendedor de la zona.
Muchos comercios de esta índole, incluso, han realizado una petición al Ayuntamiento de Barcelona para que les permitan trasladar su actividad profesional a los alrededores de l'Estadi Olímpic de Montjuic. ¿La respuesta? Clara y contundente: el Ayuntamiento no dará permisos.
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La churrería cercana al acceso 15 del estadio, abierta desde hace cuatro décadas, también sufre este exilio a Montjuic. Si las vendas del local descienden a la mitad en un día normal respecto a una jornada de partido, actualmente el porcentaje aumenta hasta un 70%. Números, sin duda, preocupantes para aquellos comercios que ya debieron anteponerse a las dificultades derivadas de la pandemia del Covid-19.
En el club son optimistas
Sin embargo, el Ara informa que desde los despachos del club no son tan pesimistas. El museo provisional del club (Barça Inmersive), situado en el antiguo Palau de Gel, recibe entre 5.000 y 7.000 visitantes cada día, solo 3.000 menos que las cifras que recibía el museo convencional el pasado verano.
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Se avecinan tiempos complicados para aquellos afectados indirectamente de las obras del Camp Nou, en los que nadie piensa. Deberán reinventar sus negocios y adaptarse durante la temporada y media que el Barcelona juegue alejado de su estadio. Eso sí, de sobrevivir estos comercios y salir el Espai Barça tal y como todo el mundo espera, el nuevo Spotify Camp Nou atraerá incluso más turistas que anteriormente.