La selección española ha salvado su pase a los octavos de final del Mundial de Qatar con una pobre derrota frente a Japón (2-1). La reacción del combinado nipón tras el descanso ha superado a una Roja impotente e inoperante. La ausencia de respuesta por parte del conjunto hispano ha marcado la última media hora de encuentro. El equipo dirigido por Luis Enrique se enfrentará a Marruecos gracias a la victoria de Alemania frente a Costa Rica (2-4). Durante 12 minutos fatídicos, los ticos y Japón han eliminado a España de la Copa del Mundo con su triunfo momentáneo ante los germanos.

España ha saltado al terreno de juego del estadio Internacional de Khalifa con cinco cambios respecto a la anterior alineación: Pau Torres, Alejandro Balde y César Azpilicueta en defensa, y Álvaro Morata y Nico Williams en ataque. Sin embargo, el planteamiento no ha mutado un ápice respecto al empate frente a Alemania. La roja ha asediado al conjunto asiático. Y es que Japón tampoco ha sorprendido a nadie con su propuesta, un bloque bajo compacto.

Morata histórico

El primer susto ha llegado de las botas de Álvaro Morata, que no ha alcanzado a rematar un centro raso de Williams en su primera titularidad. Con esto, el combinado nipón también ha gozado de una ocasión inicial, fruto de un mal control de Sergio Busquets en las proximidades del área. Ito ha enviado un tiro raso al lateral de la red.

No obstante, Morata ha abierto la lata a los 12 minutos al rematar con un cabezazo picado un gran centro de César Azpilicueta. El delantero madrileño vuelve a convertirse en la referencia ofensiva de la selección española, con 3 goles en 3 partidos. En total, 30 tantos en 60 encuentros como cuarto máximo goleador histórico del equipo nacional.

fd447d03b6a7a0de05113b2dd9cc0ff47e551057w

Álvaro Morata dedica su gol a su mujer, Alice Campello, embarazada de ocho meses / EFE

Dominio español

El gol no ha sacado a Japón de la madriguera, con todo el partido por delante. A la selección asiática le valía un empate para alcanzar la ronda de octavos. Puntualmente han abandonado el repliegue con tal de dificultar la salida de balón de la selección española.

En el otro costado, España ha seguido a lo suyo. Morata ha mandado un disparo a las manos del guardameta japonés después de recibir un pase al espacio. Durante media hora, la Roja ha monopolizado la posesión del balón. Japón ha tratado de aprovechar el riesgo de España en la salida de balón, en vista de un dominio español inevitable en campo rival. Unai Simón casi regala el empate, presionado por el delantero Maeda, pero ha solventado el embrollo con un despeje al uso.

f32a1122f18fc8b94b279dbc7c5d94700ba5460aw

Dani Olmo controla un balón durante el partido contra Japón / EFE

La contienda ha seguido el mismo curso hasta el descanso. Japón solo ha incomodado a la hinchada castellana mediante una presión alta, e intermitente. España no ha gozado de más oportunidades claras. El marcador invitaba al optimismo, pero un único error en campo propio podía comprometer las aspiraciones de la Roja.

Minutos fatídicos

La incomodidad que transmitía una selección japonesa agazapada se ha transformado en inquietud en el segundo tiempo. Una vez más, la presión a Unai Simón ha provocado un mal pase del portero, y el consiguiente mal control de Balde. El recién ingresado Doan ha aprovechado la pájara de España en el minuto 48 y ha fusilado a Unai con un disparo que el guardameta vasco podría haber blocado con mayor acierdo.

Es más, el subidón de adrenalina nipón ha alcanzado la cúspide. De nuevo, Doan ha conducido desde la banda, se ha internado en el área y ha colocado un centro raso al segundo palo. El también jugador de refresco Mitoma ha rebañado in extremis el balón y ha enviado un pase atrás a Tanaka, que ha irrumpido como un avión sobre la línea de gol. Pese al suspense del VAR por una posible salida del balón por línea de fondo, el tanto ha subido al marcador. En cuestión de tres minutos fatídicos, Japón ha volteado el marcador y ha devuelto la angustia a Alemania, eliminada con la victoria parcial del equipo asiático.

ef232ef3a5d726e45b262cf79791c7f9fe98ec01w

Ao Tanaka celebra el segundo gol de Japón a España / EFE

Lógicamente, la reacción nipona ha dado paso a los cambios de España, añadidos al de Carvajal por un Azpilicueta con molestias. Marco Asensio ha relevado a Morata, y Ferran Torres a Williams. No obstante, Japón ya controlaba el partido a su antojo. La verticalidad de la selección dirigida por Hajime Moriyasuha castigado el nerviosismo de España.

Reacción inexistente

El director de orquesta española, Luis Enrique, ha agotado el carrusel de cambios en 67 minutos. Ansu Fati ha debutado en el Mundial en lugar de Gavi, y Jordi Alba ha sustituido a Balde, más espeso de lo habitual en su primera titularidad. Con esto, los cambios no han evitado otra combinación vertiginosa entre Mitoma y Asano, que el delantero de la Bundesliga ha mandado fuera. Por si esto fuera poco, la pesadilla ha tomado forma con el paso de los minutos, pues Costa Rica se imponía a Alemania (2-1) y dejaba momentáneamente eliminada a la Roja a falta de 20 minutos.

Irónicamente, las celebraciones en el Internacional de Khalifa se han reducido al gol del empate alemán, que ha devuelto a España a la segunda plaza. En tanto, Japón se ha limitado a defender el resultado, y la primera posición del grupo E, cerrada en torno a su área. En un lapso de apenas media hora, España y Alemania han pasado de la clasificación a la eliminación. Durante 12 minutos, Costa Rica ha apeado al combinado de Luis Enrique del Mundial.

Luis Enrique da instrucciones a España durante la derrota contra Japón / EFE

Luis Enrique da instrucciones a España durante la derrota contra Japón / EFE

El gol de la victoria de Alemania ha devuelto una cierta tranquilidad a España. El asedio exiguo de la Roja se ha limitado a combinaciones lejos del área japonesa. La escasa reacción se ha limitado a una buena pared entre Dani Olmo y Marco Asensio, que el canterano azulgrana ha enviado al cuerpo del portero Gonda. Un final de infarto ha marcado la tercera jornada en el grupo E. No obstante, la reacción del equipo hispano ha brillado por su ausencia. España ha carecido de argumentos para reaccionar al arreón japonés. Los nipones se verán las caras con Croacia, mientras que el cuadro comandado por Luis Enrique tendrá que disipar las dudas contra Marruecos.