El coche de la patrulla de la Policía Nacional que se desplazó hasta el lugar de la pelea / EP

El coche de la patrulla de la Policía Nacional que se desplazó hasta el lugar de la pelea / EP

Sucesos

Una pelea entre un padre y un hijo acaba con ambos detenidos

El progenitor, que acabó con la mandíbula rota y varias contusiones faciales, cortó a su descendiente con una navaja

27 octubre, 2020 16:56

Agentes de la Policía Nacional han detenido a un padre y a su hijo como presuntos autores de un delito de violencia doméstica. Al parecer, tanto el hombre de 67 años como su descendiente de 43 años empezaron a agredirse mutuamente en el domicilio familiar, en la localidad valenciana de Gandía.

Los hechos ocurrieron el domingo 25 de octubre, sobre las 15.30 horas, cuando los policías fueron comisionados por la sala del 091 para que se dirigiesen a una vivienda en la que se producía una discusión. Una vez allí, los agentes se encontraron con una mujer "muy nerviosa y llorando", así como a dos hombres tirados en el suelo del salón, inmóviles, y con las paredes y el suelo ensangrentados.

El padre sacó una navaja

Según ha informado la Jefatura Superior en un comunicado, los agentes allí desplazados averiguaron que, momentos antes, los dos hombres habrían mantenido una fuerte discusión, en la que el progenitor supuestamente llegó a sacar una navaja y realizar un corte en el antebrazo a su hijo.

El agredido arremetió contra su padre propinándole puñetazos en la cara y patadas por todo el cuerpo, hasta que ambos cayeron al suelo. Los agentes localizaron e intervinieron la navaja presuntamente empleada y solicitaron asistencia sanitaria.

Ambos contaban con antecedentes

Los dos heridos fueron atendidos en el lugar, aunque tuvieron que ser trasladados a un centro sanitario para una mejor valoración de las lesiones sufridas. El hijo tuvo que recibir varios puntos de sutura y el padre presenta una fractura maxilofacial, además de fuertes contusiones en ambos ojos.

Ambos contaban con antecedentes policiales, y uno de ellos ha pasado a disposición judicial. Mientras, el otro ha quedado en libertad tras ser advertido de la obligación legal de comparecer ante la autoridad judicial cuando fuera requerido.