Un enfermero con una jeringuilla / EP

Un enfermero con una jeringuilla / EP

Sucesos

La triste historia de un enfermero víctima del Covid: Murió a los cinco minutos de salir de la UCI

El profesional fue trasladado a planta y sufrió una embolia pulmonar masiva que le provocó la muerte instantánea

22 junio, 2020 11:47

Los médicos y sanitarios que han luchado contra el Covid-19 han recibido el reconocimiento de su trabajo a través de los aplausos de la ciudadanía y el premio Princesa de Asturias a la Concordia 2020. Todos ellos han contribuido a frenar los contagios y la mortalidad de esta enfermedad, pero también han sido víctimas de la misma.

Uno de estos profesionales es Pedro Carrillo, enfermero en el Hospital Neurotraumatológico y profesor en la Universidad de Jaén, quien murió trágicamente a los 59 años víctima del coronavirus SARS-CoV-2. Una muerte que ha sido llorada y lamentada por su familia, alumnos e incluso el presidente del colegio de enfermería de Jaén.

 

 

Vídeo de denuncia  de Infermeres de Catalunya / TWITTER

Primeros síntomas

Su esposa, Dulce Espinosa, también enfermera en el mismo centro andaluz, ha revelado cuán dura fue su muerte. Una de las tantas que reflejan la virulencia y letalidad de la enfermedad.

Carrillo empezó a tener síntomas tan sólo un día antes de que se declarase el estado de alarma, el 13 de marzo. Aun así, él se tomó un paracetamol y fue a buscar a su hija a Córdoba, antes del anuncio de Pedro Sánchez. En su casa, tomaron las medidas oportunas y en el hospital, su esposa intentó no tener contacto con sus compañeras. Él hizo reclusión domiciliaria, a la espera de mejorar, pero no fue así, al día siguiente ya tenía fiebre alta, y un día más tarde empezaron los problemas respiratorios. Fue trasladado al hospital.

UCI y traslado

Las pruebas confirmaron el diagnóstico y las radiografías dejaban ver una gran mancha en los pulmones. Quiso volver a casa, pero la sintomatología fue a peor, y el enfermero tuvo que ser trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La saturación de oxígeno en sangre era muy baja. Tuvieron que intubarlo.

Pese a la resistencia actual de Carrillo, accedió a tener respiración asistida. La inflamación pulmonar fue a más y los médicos decidieron aplicar corticoides. El tratamiento parecía funcionar. Pocos días después, los profesionales estabilizaron a su compañero y paciente. Su estado de ánimo y salud había mejorado que el lunes de Pascua, entre el aplauso de sus compañeros volvió a planta.

Muerte fulmiante

Su esposa relata que los días antes estaba muy hablador y esa misma jornada también. Se encontraba en buen estado físico y cuando llegó a la habitación quiso ir al baño. Espìnosa le advirtió que mejor esperar, que se podía marear. Su marido, insistió, “los médicos me han dicho que ya me puedo mover”, le recordó.

La enfermera cuenta que se sentó en la cama y ella le ayudó a ponerle las zapatillas, para evitar cualquier sobreesfuerzo. De repente, vio que el hombre hacía “un movimiento extraño con el pie. Y se desplomó. Ya estaba muerto”, confiesa ella.

Ayuda

Ella trató de hacer lo posible para abrirle las vías respiratorias, sus compañeros acudieron en el acto a ayudarlos pero no pudieron hacer nada. Sufrió una embolia pulmonar masiva “que le provocó la muerte instantánea, como consecuencia de una complicación del Covid-19”, cuenta Espinosa.

Habían pasado sólo cinco minutos desde que Carrillo había abandonado la UCI, aparantemente mejor, animado. En cambio, al poco de estar en planta sufrió una muerte fulminante.

Reconocimiento

Los alumnos de enfermería de la facultad donde era profesor le hicieron un vídeo de despedida, en el que cada uno de ellos explicaba cómo le habían ayudado. El mismo presidente del colegio de enfermería de Jaén, José Francisco Lendínez, publicó una carta abierta, en que despedía a su colega y amigo. “Querido amigo y compañero Pedro quiero decirte que en tu persona se ha encarnado siempre la esencia de la Enfermería”, asegura.

Vídeo del alumnado de 4º de Enfermería de la Universidad de Jaén / YOUTUBE

Su esposa ha agradecido las muestras de agradecimiento y ha confesado que poco trata de acostumbrarse a vivir sin él. Pero confiesa que es muy duro. Asegura que cada día se pregunta cómo sería la vida si no hubiera habido este brote epidemiológico mundial y él siguiera vivo. “Lo echaremos mucho de menos”, lamenta.