A punto de cumplirse un mes de la desaparición de Anna y Olivia en Tenerife, su madre, Beatriz Zimmermann, ha escrito una nueva carta en la que afirma que hace cuatro semanas "que el tiempo se detuvo" y "cada día aumentan las ansias" de tenerlas junto a ella.

La última vez que vio a las pequeñas fue el 27 de abril. Ese día, su expareja, Tomás Gimeno, fue a recogerlas a las 17 horas. Las tenía que devolver a las 21 horas pero no lo hizo. "No volverás a ver a las niñas y a mí tampoco. Yo me encargaré de que las niñas estén bien cuidadas", le dijo antes de partir.

Optimismo

Esa misma noche arrancaron todos los dispositivos de búsqueda en los que participa la policía tinerfeña y diversos equipos de la Guardia Civil. Por el momento no ha habido éxito, pero la madre no se rinde.

Beatriz sostiene que la fe de que vuelvan es lo que la mantiene "fuerte y optimista" y añade que, desde la desaparición de sus hijas, "es un día a día lleno de ilusiones y a la vez de miedos, pero con algo firme e imborrable", su amor por ellas y su certeza de que volverán con su madre.

Sonda submarina

Convencida de que el padre de las pequeñas no les haría no, Zimmermann ha difundido varias fotografías de las menores, de 1 y 6 años, y advierte que han podido cambiar, que puede que su supuesto secuestrador le haya teñido el pelo. La esperanza no la pierde.

Los investigadores están a la espera de la llegada de una embarcación submarina que pueda rastrear el fondo del mar. El buque, operado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), partió este domingo del puerto de Vigo y cuenta con un sonar de barrido lateral, un aparato que usa la propagación del sonido bajo el agua para obtener imágenes digitales de la superficie del fondo marino.

Tomás Gimeno

La embarcación tiene previsto rastrear la zona donde la lancha de Tomás Gimeno fue encontrada a la deriva, a una milla náutica del Puertito de Güímar. Una lancha en la había rastros de sangre que hicieron temer lo peor. Poco después se supo que pertenecía al padre.

El hombre estuvo preparando horas antes su barca, se despidió de sus padres, envió paquetes a su pareja actual y le hizo un lujoso regalo a su progenitor. De este y de su madre se despidió horas antes de la desaparición de las pequeñas: “Voy a estar bien, voy a estar donde siempre he querido”.

Mensaje de la familia

El portavoz de la familia, Joaquín Amills, insiste en su confianza de que el principal sospechoso de llevarse a las niñas no les haya hecho daño y estén vivas. También él. “La persona que se va a quitar la vida no piensa en el coche, en la moto, embarcación, le da igual todo... está peleado con la vida, con el entorno y todo aquel que le haya fallado”, relata a una entrevista con Telecinco este martes.

Los responsables de la investigación siguen en su búsqueda. Han registrado la casa de Gimeno en varias ocasiones, han seguido sus pasos y han descubierto que fue sancionado la noche de la desaparición por saltarse el toque de queda. La búsqueda, por eso, se concentra en el mar después de que un marinero escuchara la voz de un bebé por radio.