Rosas, también las habrá en Sant Jordi 2020 / Pablo Valerio EN PIXABAY

Rosas, también las habrá en Sant Jordi 2020 / Pablo Valerio EN PIXABAY

Sucesos

Siete medidas que se tomarán para vivir un Sant Jordi 2020 de forma segura

El 23 de julio se celebrará esta festividad tan tradicional en la ciudad de Barcelona

30 junio, 2020 20:18

El año 2020 es sin duda pasará a la historia. La pandemia mundial, que en especial ha azotado de manera dura a España, ha provocado que todos, en mayor o en menor medida, tengan que hacer cambios en su vida. Un ejemplo es el de los eventos y celebraciones tradicionales, algunas se suspendieron de forma definitiva para este año, como ocurrió con el Mobile World Congress de Barcelona, mientras que otras se han pospuesto para un momento del año más halagüeño.

Es el caso de las ferias de libros, como la de Madrid, planificada para el mes de octubre, o la de Sant Jordi 2020, que se ha retrasado tres meses. La situación actual es favorable para llevar a cabo su celebración, aunque, eso sí, con las medidas propias de la nueva normalidad. Distancia social, mascarillas y nada de abrazos serán algunas de las medidas que se podrán ver en este Sant Jordi tan atípico que, a pesar de toda la situación vivida, no quiere faltar a su cita en este 2020.

Reducción de puestos

Asegurar la distancia social será una de las prioridades de este Sant Jordi 2020 que se celebrará el 23 de julio, en lugar de hacerlo el tradicional 23 de abril, momento en que España estaba confinada. Una de las medidas será la drástica reducción de puestos de librerías y floristerías, que se quedará en 300 paradas, frente a las más de 1.000 que suele haber cada año. Esta reducción supone dejar un Sant Jordi con tan solo un tercio de su habitual recorrido, algo que desde la Organización han considerado imprescindible.

Esta medida perjudica a asociaciones, escritores independientes y otros, quienes habitualmente podían pedir tener un puesto en Sant Jordi. Este año, la Cámara de Comercio del Libro otorgará las licencias solo a editoriales, librerías y floristerías. Las firmas de libros, el mayor reclamo de esta festividad, sí estarán permitidas, aunque, como se verá a continuación, con algunas novedades tanto en el acceso a los puestos como en los horarios en los que se podrá ver a los autores más populares del momento.

Libros / StockSnap EN PIXABAY

Libros / StockSnap EN PIXABAY

Cita previa para firmas

Sin duda la mayor novedad de este Sant Jordi 2020 será la relación entre autor y lector. Esta cita sirve normalmente para fomentar la cercanía entre ambos y permitir al lector llevarse su ejemplar firmado, hacerse fotos con su escritor favorito e incluso abrazarle, en algunos casos. Sin embargo, este año no habrá abrazos ni posibilidad de acercarse más allá de la distancia mínima de seguridad, para proteger la salud de ambos. Pero también habrá importantes cambios en el modo de acceso a las firmas.

Será obligatorio pedir cita previa, para evitar aglomeraciones y colas en las que los lectores deban estar aglutinados. Habrá un tiempo para cada grupo de lectores, de modo que se garantizará un tráfico más fluido de personas. Para compensar, las firmas ampliarán su horario hasta las doce de la noche. Al momento de pedir la cita, se deberá indicar el horario en el que se desea acudir, dentro de los tiempos establecidos para cada autor, y el número de personas que asistirán.

Mascarilla obligatoria

Como era de esperar, además de la distancia de seguridad, la cita previa o la reducción de puestos para controlar el aforo y evitar aglomeraciones, este Sant Jordi 2020 veraniego estará marcado no solo por las altas temperaturas, también por el uso obligatorio de mascarilla. Llevar la mascarilla no permitirá romper la distancia de seguridad, que estará fijada para este evento en un metro y medio. La Organización trabaja en la creación de un circuito para garantizar la movilidad de los asistentes.

Como cada año, los puestos de Sant Jordi se instalarán en la Rambla, Passeig de Gràcia y otros lugares céntricos de la ciudad. El recorrido este año será algo más pequeño, por la reducción de puestos y también de su tamaño, pero, en cualquier caso, no privará a los barceloneses y a sus visitantes de disfrutar de una jornada de libros y rosas, como marca la tradición, aunque sea tres meses más tarde y con estas medidas que garantizarán la seguridad de los escritores, libreros, floristas y lectores.