Mila Ximénez desvela sus recuerdos más traumáticos

La colaboradora de Sálvame, Mila Ximénez, se ha puesto nostálgica recordando episodios suyos del pasado. Momentos de los que la periodista no guarda buenos recuerdos, y que aún lucha para conseguir olvidarse de ellos.

Unas desgarradoras confesiones, que la televisiva ha hecho acerca de sus vivencias, que no se había atrevido a contar nunca antes. ¿Qué ha dicho? ¿Conseguirá pasar página?

Mila Ximénez no supera sus secuelas

En su columna semanal para la revista Lecturas, Ximénez se ha abierto en canal y ha echado la vista atrás, recordando todo lo que ha vivido a lo largo de estos años. Unos recuerdos que la han trasladado hasta la época dorada marbellí. Hablamos de los años ochenta, cuando la televisiva era una de las reinas de Marbella y la ciudad estaba regentada por la jet set.

Mila Ximénez y Manolo Santana posando en su casa de Marbella / GTRES

Unos tiempos que, según confiesa la periodista, “me retrotraen a recuerdos donde soy arrastrada por un tsunami del que nunca he podido superar sus secuelas”. Y es que en aquella época, Ximénez, estaba junto al extenista Manolo Santana con quien se separó cuando su única hija, Alba, tenía dos años de edad. “ A medida que me vienen más recuerdos, las emociones me hacen convulsionar dejándome un rastro de tristeza y retortijón en el estómago que me producen dolores que había olvidado”, sentencia la de Sálvame.

Mila Ximénez no quiere volver atrás

Si algo tiene claro la periodista es que lo que está viviendo en la actualidad, por mucho que se queje día sí, día también, es infinitamente mejor que todo lo que vivió en el pasado. Por este motivo, Ximénez asegura que “no quiero volver al pasado” porque sería una “derrota”. 

Mila Ximénez y su hija Alba en Marbella / GTRES

Eso sí, si hay algo de lo que se arrepiente, y mucho, la televisiva es de no haber pasado más tiempo junto a su hija, Alba, que ahora vive en Ámsterdam con su familia, pese a que, siempre que puede, se escapa a Madrid con sus hijos para ver a su madre. “Daría años de mi vida por volver a pasear con Alba por la playa, ajena a los años que, después, me arrebatarían esto”. Y es que tras divorciarse de Manolo Santana, la periodista de Telecinco dejó a su hija en manos del deportista y su nueva pareja, Otti. Algo que, a juzgar por sus palabras, no ha conseguido aún superar. ¿Lo hará algún día?