Marc Clotet: "Will Smith está en las antípodas de lo que debe ser el ser humano"
El actor, más en contacto con la juventud que nunca, se muestra esperanzado con las nuevas generaciones: "El mundo necesita un cambio y lo van a hacer"
11 junio, 2022 00:00Marc Clotet (Barcelona, 1980) está imparable. Triunfa como coach en el talent show de TV3 Eufòria y en Argentina, Uruguay y Paraguay su última serie, Último primer día, arrasa. Buenos Aires está plagada de carteles que anuncian la serie que se emite por la plataforma Flow.
La producción reúne características que resuenan en la vida personal y profesional del actor. Por un lado, su pasión por viajar, que lo llevó a rodar en la capital argentina y Pinamar. De allí también fue uno de sus profesores de interpretación, Javier Daulte. Y, por último, vuelve a hacer de profesor como en su día hizo en Física o Química.
Nueva etapa
Su personaje, Joaquín, muere nada más empezar la serie. Aun así, reaparece en todos los episodios posteriores porque la trama se cuenta a través de flashbacks, algo que le atrajo mucho del proyecto.
Crónica Directo aprovecha la ocasión para hablar con el catalán, y que nos cuente cómo vive esta nueva etapa y cómo ve el futuro de las nuevas generaciones, sobre todo, desde que es padre.
--Pregunta: ¿Cómo llegó al 'Ultimo primer día'?
--Respuesta: A través de mis representantes de Argentina. Me enamoré desde el minuto uno del guión y del personaje. Me atrapó la manera de contar la historia a base de flashbacks. Además, mi pasión es actuar y, si encima tienes la suerte de hacerlo en otro país, el enriquecimiento que uno tiene es mucho mayor.
--¿Cómo fue esa experiencia en Argentina?
--Muy buena. Argentina es un país de una tradición brutal a nivel teatral y de cine. Para mí, es un referente a nivel interpretativo y de cómo entienden la profesión. ¿Diferencias? Está en la gente y el proyecto, en el que todas reman a favor o no. Y en este caso, todo el equipo nos dejamos la piel para contar esta historia y hacerlo de la mejor forma posible. Grabamos en Buenos Aires y estuvimos diez días rodando en Pinamar y fue como estar de campamentos, porque se creó una magia muy especial.
--Habla de que le recordó a los campamentos, pero en este proyecto hay coincidencias vitales y profesionales. Por un lado su conexión con Argentina, ya que se formó actoralmente con Javier Daulte, y lo hace con una papel de profesor, como el de 'Física o Química'.
--Sí, han confluido muchas cosas. Desde las ganas de rodar aquí por las razones que te dije, volver a interpretar a un profesor también era otro reto. En este caso, uno más adulto, ya no es Vaquero, que era un seductor que se entendía con los alumnos, Joaquín también conecta con ellos pero también hay secretos que esconde. Además, Joaquín trata de transmitirles un mensaje muy positivo: que el mundo se puede cambiar y a mejor. Y que ellos son los que deben hacerlo. Le transmite esos valores y que lo hagan siendo ellos mismos, sin tratar de agradar a terceros, porque sólo así podrán hacerlo.
--Bueno, el profesor conecta con los alumnos, pero acaba asesinado...
--¡Empieza asesinado! Muere en el primer capítulo. Luego la serie cuenta con flashbacks de cada uno de los personajes, que explican el papel que tuvo Joaquín en sus vidas. La verdad que el recibimiento está siendo muy bueno en Argentina y se ve en Uruguay y Paraguay también. Espero que llegue a más lugares.
--Ha hablado mucho de su personaje, Joaquín, pero no lo ha definido. ¿Cómo lo describiría?
--Un profesor de biología, amante de la naturaleza, inconformista con las normas y creyente en el cambio posible, pero con sus secretos.
--En este sentido, y como hemos hablado de las coincidencias, ¿usted también se muestra esperanzado por un posible cambio y por las nuevas generaciones?
--Yo soy 100% optimista con las nuevas generaciones. Hemos de serlo, porque no tiene ningún sentido no serlo, además, no hay opción. Ahora que estuve en el talent de TV3 pude ver que suben muy preparadas y con ganas de dejar su huella. A parte, soy padre. El mundo necesita un cambio y lo van a hacer, debemos darles las herramientas para hacerlo.
--Uno de los aspectos que se ve en la serie y que igual siendo padre lo vive es la aparente falta de límites. ¿Es tan real como parece? ¿Cuesta poner límites como padre?
--El tema límite es el gran qué, dónde está la línea roja y qué pasa si la cruzan. Siendo padre te das cuenta que has de entender muy bien quién tienes al otro lado y qué madurez tiene para entender las cosas que hace. Siempre quieren atención y captar tu presencia. Esto en la edad adulta se traslada también. Hay una frase en inglés que dice "sólo la gente herida hiere a la gente". Hemos de pensar que si alguien te ataca no debemos responderle de la misma manera, sino pensar qué le pasa para que actúe así. Si pensáramos esto antes de emitir cualquier respuesta todo iría mucho mejor, si no, que se lo pregunten a Will Smith, que para mí está en las antípodas de lo que debe ser el ser humano.
--Hablando de Will Smith, ¿cree que hemos de vigilar con lo que uno dice? ¿O se puede decir de todo y uno debe saber encajarlo?
--Yo creo que se puede decir de todo y que cada uno lo encaje como buenamente pueda. A mí me gusta ser políticamente correcto, no por decir lo que está estipulado, sino para no herir a la persona que está delante, por sensibilidad y empatía. El límite que se lo ponga cada uno en función de quién tiene delante. Agredir por agredir, o el insulto por el insulto, no tiene ningún tipo de sentido. Hemos de buscar siempre la parte constructiva, por qué contamos las cosas y qué queremos transmitir con eso.
--Tiene la visión muy puesta en el futuro, pero me gustaría antes hablar un poco de su pasado. Usted empezó en la actuación muy joven, en TV3. Luego se pasó a estudiar Administración y Dirección de Empresas y, desde hace unos años, regresó.
--Y no venimos de familia de actores, al contrario. En mi familia casi todos son médicos y la Medicina ha estado en casa siempre. En una entrevista que le hicieron a mi padre en la tele cuando yo era pequeño fuimos con mi hermana Aina y nos gustó. Fuimos a un casting y a mi hermana la cogieron para Estació d'enllaç, donde yo también estuve, luego presenté un programa que se llamaba Vitamina, luego hice Tocao del ala y me encantaba. Yo tenía unos 13 o 13 años, pero nunca estudié nada, también me gustaba la publicidad. Hice teatro como hobby y lo mantuve así, y me planteé la publicidad como profesión y estudié ADE para acercarme al márketing. Acabé la carrera, estuve en L'Oréal en Madrid y retomé las clases de interpretación para salir del traje y corbata. De repente, vi que esperaba que llegara el viernes, que es cuando tenía teatro, que es cuando me lo pasaba bien. Hasta que me planteé dedicar toda la semana a lo que me gusta. Me apunté a una escuela de Nueva York donde me seleccionaron y al volver ya empecé en El cor de la ciutat, El comisario, Física o Química, La voz dormida... y no he parado, y toco madera, porque son casi 15 años trabajando de lo que más me gusta. Cada mañana doy gracias por haberme atrevido a dar el salto al vacío cuando tenía mi vida estructurada a nivel profesional y empecé de cero.
--Y en estos regresos que hace, se inició en las series, luego las apartó por el cine y vuelve también a las primeras. ¿Es por la crisis del cine, las oportunidades de las plataformas, porque son los papeles que le llegan...?
--Es porque ha surgido así. Y últimamente rodé películas como 15 horas, Caribe Mix... No prefiero un formato u otro, pero es como se dan los proyectos y donde están las historias que quiero contar. Hoy en día ya no hay diferencias entre cine y televisión, más allá del tiempo que uno tiene para contar lo que sucede.
--¿Pero han cambiado mucho las series? ¿Cómo vive la aparición de las plataformas usted que empezó en la televisión en abierto?
--Me parece muy positivo. Con las plataformas una cosa local se puede convertir en global y me parece apasionante. Quien manda ya no son las cadenas que filtran qué está bien o mal, sino que se impone un poco el talento de quien crea. Si hay talento, hay más opciones de que sea visto. Además, democratiza mucho la profesión y hace que el consumo a nivel global se dispare, sin miedo a consumir series coreanas o en Cataluña, como Merlí.
--Y ya que saltamos al presente. Está de jurado en 'Eufòria', como bien menciona. ¿Cómo vive esta nueva etapa en la televisión con otro rol al de actor?
--No esperábamos este éxito, la verdad. Hemos vuelto a juntar a las familias frente al televisor a una hora concreta, cosa que ya no pasa con las plataformas. Y como te decía, sé que la gente sube preparada por las personas que se presentaron.
--¿Y le gusta? ¿Piensa en repetir en televisión y poder ser un nuevo espacio donde desarrollarse profesionalmente?
--Nunca lo pensé antes de hacer Eufòria, pero me lo paso tan bien que no me importaría compaginarlo.
--Lo que sumaría una nueva faceta, porque también tiene una productora junto con su hermana. ¿Era la manera de sacar provecho a la carrera de ADE y combinar sus dos facetas? ¿Qué lo llevó a sumergirse en esta aventura?
--De forma muy natural, Aina ya ha escrito varios guiones como el de Vidas, basada en un libro de mi padre y que dirigió Judith Colell; ha escrito una TV Movie; Tiger, un cortometraje que yo produje... Ella y yo nos dimos cuenta que los actores tenemos muchos tiempos muertos entre proyectos y, como no sabemos estar con los brazos cruzados esperando a que nos llamen... Además, con el paso del tiempo sabes como funciona más o menos esta profesión y también quieres contar tus cosas. Y de allí, decidimos formar una productora para ser el motor de nuestras propias historias. Empezamos Aina y yo, luego se sumaron Marta Baldó y Joan Andreu, amigos vinculados a la profesión. Y aquí estamos con Funicular Films, que ya estamos desarrollando dos series y tres películas que coproducimos con otra gente. Estamos muy contentos y animados. Es muy difícil, no te diré lo contrario. Una película, si desde que la piensas al estreno pasan tres años, ya es muy rápido. Hay que tener paciencia, rodearse de gente muy buena, escribir grandísimos guiones y buscar los partners adecuados para que te acompañen en este viaje para armar la financiación y producción de la historia. Mi background a nivel empresarial sirve. Este año es el primero que vamos a Cannes para buscar coproducciones y mover las historias que queremos contar.
--Y de aquí al presente futuro. Sus hijos. ¿Cómo combina toda esta actividad frenética con la paternidad?
--Es muy difícil y quien te diga lo contrario miente. Uno tiene hijos para pasar tiempo con ellos, si no, no tiene sentido. Y si te dicen que es muy time consuming, nunca te harás una idea de cuánto hasta que tienes un hijo y no ves que no te alcanza el día, pero es muy bonito cómo va creciendo esta familia. Tengo la suerte de tener unos hijos preciosos y soy feliz con ellos.
--¿Y aún así tiene más proyectos en cartera?
--Sí. Seguramente en julio estaré rodando un thriller de terror en Perú, y contento de volver a cruzar el charco en un país que no conozco y del que me han contado maravillas.
--¿Lo veremos mudarse a Latinoamérica?
--No me importaría. Viví unos años en México, con el rodaje de la serie pasamos tres meses en Argentina... La suerte de tener una pareja que es de la misma profesión y que la entiende desde el mismo lugar es maravilloso, porque nos apasionan las aventuras. Cuanto más locas y más cambios supongan, mejor y allí estaremos.