Los cuatro integrantes de El Consorcio, Iñaki, Amaya, Estíbaliz Uranga y Carlos Zubiaga / EFE

Los cuatro integrantes de El Consorcio, Iñaki, Amaya, Estíbaliz Uranga y Carlos Zubiaga / EFE

Famosos

Estíbaliz Uranga (El Consorcio): “Estábamos en manos de unos sinvergüenzas”

La cantante repasa su trayectoria de más de 50 años en el mundo de la música ante el próximo concierto en Madrid

10 abril, 2021 00:00

El Consorcio lo conforman Amaya, Estíbaliz e Iñaki Uranga, Carlos Zubiaga y, en su día, Sergio Blanco, fallecido en 2015 a los 66 años. Llevan 28 años en esta banda musical, pero muchos más en el sector.

Estíbaliz (Bilbao, 1952) suma más 50 años en activo en el mundo de la música. Primero, con Mocedades, grupo del que se apartó junto a su marido --con el cual formó en 1972 el dúo Sergio y Estíbaliz--; y, ya en 1993, pusieron en marcha El Consorcio, un nombre con el que no está muy contenta.

Trayectoria

Pese al duro golpe que supuso la muerte de Blanco en 2015, Uranga ha levantado la cabeza y se ha centrado en la música. Un mundo en el que no esperaba llegar tan lejos, y que le ha dado penas y alegrías, pero que no abandona.

Este 12 de abril regresa con el grupo a los escenarios en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid, en plena pandemia, pero con las mismas ganas y energías. “Mi vida es cantar”, subraya en una entrevista en la que repasa su trayectoria y denuncia la tiranía de la novedad en las radios.

El grupo musical El consorcio / EP

El grupo musical El consorcio / EP

--Pregunta: ¿Cómo es salir de concierto en plena pandemia?

--Respuesta: Hay que intentar normalizar cosas. Si estás sentado con mascarilla, distancia de seguridad, en un sitio bien ventilado, lo normal es que no haya problemas. Además, tenemos ganas; a excepción de una actuación para 80 personas en Canarias, llevábamos un año sin cantar. Mi vida es cantar.

--Más de 50 años ya en el mundo de la música, de hecho. ¿Cuál es el secreto?

--No hay ninguno. Hay trabajo y que la gente te dé los parabienes. Conseguir que la gente te crea.

--Pero algo será.

--Yo creo que son las letras y la melodía. La mayoría de ellas son de Juan Carlos Calderón, que si no es el mejor, es uno de los mejores autores de este país. Todas ellas cuentan historias que van a lo hondo del ser humano. Hablamos de canciones que se hicieron hace 45 años, y que si emocionan es por algo. Y la forma de cantarlo también es importante. Creo que tenemos nuestra parcela muy especial y cuando hacemos un recital la gente acude.

--¿Cómo es ese público? ¿Se renueva?

--Bueno, se renueva, pero no es que ahora venga un montón de gente joven a nuestros conciertos. Sí hay gente que se incorpora, pero la mayoría son de nuestra edad y, luego, de 30, 40 y 50 que disfrutan de nuestra polifonía, la música, que es algo mágico.

--¿El directo coral juega a su favor?

--Son las letras que te hacen recordar lo feliz que eras con 14 años o cuando lo escuchabas. Y eso te remueve y la gente sale con una media sonrisa que eso ya me hace feliz.

--¿Se esperaba esto cuando empezó?

--Nunca pensé que podría vivir de ello. Empezamos en un grupo muy grande [Mocedades], luego nos separamos Sergio y yo, para que él tuviera su carrera. Seguramente pensamos que viviríamos de la música de él. Pero al dejar el grupo, Juan Carlos Calderón nos dijo que si queríamos volver no dejáramos pasar mucho tiempo y la primera canción que nos compuso fue Búscame, y un disco con grandes temas.

--¿Cómo fue desde entonces?

--Cada año sacábamos un disco y al ser un dueto nos lucía. Al estar los dos a una, cuando había buen rollito, fenomenal, y si había mal rollito, descansábamos y esperábamos a que hubiera una nueva compañía de discos que confiara en nosotros o un disco que nos gustase. Poco a poco vas haciendo, te dan oportunidades, a la gente le gusta y te encuentras viviendo de algo que te gusta. Para mí, cantar es el premio. Trabajo es tener que dormir en el aeropuerto porque el amor se ha demorado o meterte en un viaje en coche de 14 horas.

--¿Es difícil trabajar en familia? ¿Genera tensión el trabajo en grupo?

--Hubo tensiones en la primera etapa y por eso lo dejamos, por disparidad de criterios y de opiniones. Con El Consorcio solo íbamos a grabar un disco con Amaya, Lo que nunca muere, y de allí se fueron sumando y vimos que podíamos cantar juntos y en directo. Buscamos un nombre bastante feo, por cierto, y allí estamos.

Los miembros de El Consorcio

Los miembros de El Consorcio

--¿No le gusta?

--Bueno, es que es raro. Lo que pasa es que El Consorcio tiene una acepción que es unión de intereses entre hermanos. Hubo una propuesta de Sergio que era De Mamas y de Papas.

--Y con esta larga trayectoria, ¿cómo ve la evolución de la música española?

--Hay música que se escucha a diario que no me interesa. Me parece muy repetitiva, demasiado agotadora, porque ya empiezan que se les va a salir la garganta y no dejan respirar al que escucha, y no me gusta. Hay también buena música, pero con la que te taladran a diario porque han pagado para que la pongan, esa no.

--¿Han sufrido mucho con los intereses de lo que se radia o no?

--Ahora la cosa ha cambiado mucho, en nuestro caso funciona el nombre y no necesitas la radio para que nos escuches. Pero antiguamente era una cruz con las radiofórmulas y las listas que te decían: "Esto no es lo que mi público quiere". Y tú sabías que era en función de quién pagaba más. Todo era una mercancía y a pesar de todo hemos superado todo eso. Me ha dado mucho coraje la gente que se carga un año de trabajo por lo de “lo que no quiere escuchar”. Primero dame la oportunidad y que decidan si lo quieren o no. Las radios van en función de lo que pagan. Ahora, con una canción o dos basta, pero antes el desgaste era descomunal porque hacías un disco de 10-12 canciones de las que una o dos eran singles y, si no te daban paso, las compañías no te apoyaban.

--Bueno, pero las redes ahora pueden ayudar a no depender de las radios también, ¿no?

--Sí. Los usos y costumbres son otros. Se difunde la música de otra manera. Nosotros estábamos en manos de sinvergüenzas y no se valoraba si habías currado mucho o poco. Había una serie de acciones que decían lo que iba a ser y si decían que no, no te apoyaba la compañía. Pero las redes también hacen mucho daño a los jóvenes y dicen cosas que no son ni hace falta que sean y son muy perniciosas.

--¿A cuántos países han viajado?

--A muchos, pero hemos conocido más América que Europa.

--¿Alguna mala experiencia que recuerde?

--Ir a cantar, probar el equipo y que no funcione. Una vez fuimos a un pueblo de Galicia y los músicos estaban en un sitio y nosotros en otro y el alcalde diciendo que cantáramos solos. Todo porque los nombres eran muy similares. De esas hay muchas.

--¿Y de las mejores?

--Las últimas actuaciones en el estadio de la Ciudad de México con 80.000 o 90.000 personas y otra en el zócalo de México con 40.000 personas que se oía más a la gente que a nosotros.

--¿Cómo ha visto la gestión de la pandemia?

--A nivel cultural no ha existido. Parece que hay unos gremios que son los únicos que existen y algunos que están desamparados. Y con las vacunas lo explican tan mal que no lo tengo claro.

--¿Hay proyecto de gira?

--Tras Madrid, vamos a estar también el 30 de abril en Pamplona, donde grabaremos un programa de televisión también. Y a partir de octubre esperamos estar todos más vacunados y tener una vida algo más normal.