Teatro Cervantes de Málaga / JOAN COLÁS

Teatro Cervantes de Málaga / JOAN COLÁS

Famosos

La 26 edición del festival de Málaga echa el cierre 'como Dios manda'

El certamen pone fin a nueve días de cine donde las películas más comerciales se han abrazado con algunas (pocas) cintas de autor

18 marzo, 2023 20:49

Cierra una nueva edición del festival de Málaga y ya van 26. Queda la película de clausura, Como dios manda, y el domingo la proyección de las ganadoras de las diferentes categorías. Poco más. La alfombra roja se ha celebrado como de costumbre y la gala ha tenido un marcado acento catalán. Y vasco y gallego.

Con 40 producciones en el certamen y seis en competición oficial no era de extrañar. El jurado no ha arriesgado mucho, pero tampoco es que las cintas presentadas lo hayan hecho. Claro que tal vez, esta no es la intención. El mismo director del certamen, Juan Antonio Vigar, reconocía que este “es un festival de cine de autor, pero no del todo, de comedia, pero no del todo”. Es decir, hay para todos los públicos. Aunque por lo general, para lo que se muestra es de fácil digestión

Biznaga del festival de Málaga

Biznaga del festival de Málaga

El festival siempre nació con un objetivo mostrar las próximas películas españolas que se van a exhibir a lo largo del año con gran éxito comercial. Además, su paso por Málaga les da un empujón más y más caché. Claro que estos dos últimos años el palmarés ha estado marcado por lo sucedido en la Berlinale. Si el año pasado fue por Alcarràs, este año ha sido el turno de 20.000 especies de abejas, que se ha llevado aquí la Biznaga de Oro y el premio a la mejor actriz secundaria, mientras María Vázquez se ha llevado el mismo como protagonista de Matria, también estrenada en Berlín.

En todo caso, de lo visto en sección oficial y fuera de ella se pueden deducir varias cosas. La primera de ellas es que la visión femenina y feminista. Una prueba clara es la última comedia de Leo Harlem presentada este sábado, Como Dios manda, donde un hombre machista y del funcionariado español se enfrente y aprende cuando es desplazado al departamento de igualdad.

El cine tiene nombre de mujer

De una comedia de Harlem uno puede no esperárselo, porque, jugando con los estereotipos y clichés podríamos pensar lo opuesto, pero el cine, como la vida, sorprende. Tal vez una de las razones de este cambio es que la directora Paz Jiménez y la productora Andrea Barrionuevo están detrás.

Estos no son los únicos nombres femeninos que han pasado por el festival. Estíbaliz Urresola, Marc Targarona, Joana y Mireia Vilapuig, Liz Lobato o Barbara Farré, María Vázquez, Georgina Amorós son otras de las realizadoras, productoras y actrices que sonarán mucho este 2023 con sus producciones.

Escena de '20.000 especies de abejas' / BTEAM

Escena de '20.000 especies de abejas' / BTEAM

Destaca también cierta actitud entre endogámica y de autodefensa del sector del cine. La mirada a lo que viven las actrices cuando los focos se apagan ha tenido una marcada presencia en este festival, desde Selftape a Conversaciones sobre el odio, pasando por Alguien que cuide de mí o La última noche de Sandra M.

Pero que tampoco se confunda el lector. Dar visibilidad a esos niveles de acoso y abusos, no sólo sexuales sino también de poder, que hay en la industria cinematógrafica no es más que una manera de poner sobre la mesa que incluso donde parece que todo va bien y que todo es esplendor, hay mucha oscuridad.

Fotograma de 'La última noche de Sandra M.'

Fotograma de 'La última noche de Sandra M.'

Pero ese lado B del cine o de la vida no es el que prima. Muchas de las películas presentadas, a pesar de denunciar el machismo, la precariedad laboral, la presión de las redesredes y, en definitiva, los pesares del día a día, lo hacen sin mucha afectación. Hasta en films con una temática seria e incluso opresora ha habido momentos para el humor o la sonrisa. Para el respiro del personal.

Un caso claro de esto son cintas como Una vida no tan simple, de Félix Viscarret, o Bajo terapia, que ha recibido la mención especial del jurado. La primera aborda las crisis de pareja y de vida desde las emociones y con guiños para el público, la segunda, y a pesar de lo que considera su director, Gerardo Herrero, encaja más en una película dramática que en drama al uso, por mucha violencia contenida que haya. Eso no quita que ambas sean completamente efectivas y de una gran brillantez.

Málaga ha ofrecido películas fáciles de ver como Asedio, Las buenas compañías, Bajo terapia o El cuco, a pesar de hablar de aspectos dramáticos de la vida. Otras ponen un espejo al espectador de realidades que no siempre se quieren ver como Sica, Matria, 20.000 especies de abejas o Els encantats.

Pero si cabe destacar algunas por escaparse de la norma cabe destacar, al menos cuatro. Honeymoon, de Enrique Otero, juega a saltarse todas las normas del género y convierten las dificultades de una pareja para repatriar el cuerpo de su hijo en una road movie al más puro estilo Fargo con grandes toques de humor.

Series y películas destacadas

En el lado de las series, es de agradecer que una autoficción como Selftape traspase las barreras de la anécdota personal de Joana y Mireia Vilapuig y ellas mismas se conviertan en un exponente del golpe que supone enfrentarse a la realidad ante un mundo que te impone unas expectativas ajenas.

Y ya si se trata de apuestas formales es importante señalar dos nombres, el de Vera Fogwill y el de Liz Lobato. La primera convierte una obra de teatro en una película 100% cinematográfica en el que los diálogos atraviesas el corazón del público y los olores de una casa traspasan casi la pantalla gracias a sus planos y a la tensión que propone. Y por último, la doblemente premiada Tierra de nuestras madres de la manchega, una cinta en blanco y negro cargada de humor surrealista y que sirve para reivindicar no sólo esa España vaciada, sino las mujeres que han levantado este país a lo largo de su historia y que no aparecen en los libros.

Saturnino García en 'Tierra de nuestras madres'

Saturnino García en 'Tierra de nuestras madres'

Nos dejamos algunas perlas más como Sonoma, en la que Albert Pons Cabanes Xavier Lozano Casaoliva consiguen extraer unas imágenes muy potentes cuando deja de seguir la creación del último espectáculo de La Veronal y pone a sus bailarinas fuera de la sala de ensayos. Su juego con el sonido y la potencia de la edición logra hipnotizar al espectador.

Por último, destacar el regreso de Elena Trapé con Els encantats. Una película que de una leyenda rural hace un retrato de la brecha que siente una mujer de la que cada vez se espera más. Claro que sí, Matria y 20.000 especies de abejas van a ser las películas más destacadas por la crítica en los próximos meses, así como en los festivales españoles de este año. Málaga no arriesga, pero sabe dónde apunta: a todos los públicos. ¿Como Dios manda?