Núria Espert, premio Max Honor 2024: descubre el recorrido a través de los años de la máxima diva del teatro catalán
La actriz catalana es reconocida por toda su trayectoria con el Premio Max de Honor de teatro 2024
12 marzo, 2024 18:01Noticias relacionadas
Recién galardonada con el premio que otorga la SGAE, la actriz tiene mucho que contar, y un largo trayecto personal y profesional detrás. Ahondamos en él en una bonita declaración con la actriz que, a sus 88 años, declara a Eldiario.es: “Fui feminista incluso antes de que se inventara la palabra”.
Núria Espert es la última dama del teatro catalán. Ella es de las pocas a las que, tanto en catalán como en castellano, se la puede nombre con un artículo que precede a su apellido. Un derecho que solo se reserva a las más grandes.
Así, la Espert lleva más de medio siglo, e incluso más de 70 años, sobre los escenarios. Poco se podía esperar esa niña de L’Hospitalet de la posguerra que iba a llegar tan lejos. Sus reconocimientos casi llegan al centenar y el último ha sido el premio Max de Honor de teatro de este 2024.
Todos sus premios y última obra
Antes del premio honorífico se ha llevado el Premio Nacional de las Bellas Artes, la Creu de Sant Jordi, un Ondas, el Princesa de Asturias… citarlos todos sería un no acabar. Como su carrera, que a los 89 años sigue en marcha.
Núria Espert recibe el premio de honor en activo. Tras pasar por Barcelona en 2023, la catalana está de gira por toda España con la que dice va a ser su último trabajo sobre los escenarios, La isla del aire. Su director, Marion Gas, tiene series dudas de que esto suceda. Y es que esta actriz nunca se ha detenido.
Los inicios de Núria Espert
Empezó ya en 1950 representando clásicos catalanes, nacionales y universales: Dos Calderón de la Barca, un Shakespeare y un Josep Maria de Sagarra son los nombres de las obras que representó con apenas 25 años. Aunque sin duda, fue una obra clásica la que la catapultó.
Al más puro estilo Eva al desnudo, la Espert debutó en el Teatre Grec de Barcelona en 1954 sustituyendo a Eva Noguera en Medea. Ella se convirtió en la protagonista de la obra. Y, de entonces en más, en un icono del teatro catalán.
Sus papeles más icónicos
Tras esa actuación entró a formar parte de la Compañía Lope de Vega dirigida por José Tamayo, fundador del Teatro Español de Madrid. Allí interpretó todos los papeles posibles en comedias, dramas, comedietas y piezas de repertorio. Se curtió y ganó tanta confianza que se atrevió con todo.
Recordada es por su papel en Las criadas, que interpretó en 1969, sin olvidar su Bernarda de La Casa de Bernarda Alba que dirigió su gran amigo Lluís Pasqual y en la que coincidió con otra gran compañera y amiga suya, otra grande del teatro, Rosa Maria Sardà, quien hacia el papel de Poncia.
Antes que diva, amiga
Y es que, más allá de ponerse a citar el larguísimo currículum artístico de la Espert, se ha de destacar su lado más humano. Siempre estuvo al lado de sus amigos, incluso en los peores momentos. Nunca se separó de Terenci Moix, incluso cuando este trató de suicidarse más para llamar la atención que por verdadera voluntad, como ella misma explica. Por él, hizo varios Estudio 1 en TVE.
Para el cine, lugar que frecuentó menos que el teatro, su director estrella fue Ventura Pons, de quien siempre mantuvo un gran recuerdo. Tampoco soltó nunca la mano a Lluís Pasqual, ni cuando fue acusado de abuso de poder cuando dirigía el Teatre Lliure. Ella se puso de su lado y lo defendió con uñas y dientes.
Una vida de compromiso político y social
Lo mismo que su compromiso con Cataluña, que la hizo apartarse del independentismo imperante que gobernaba, a pesar de que le jugara en contra. No pudieron con ella. No pueden con ella. Indomable, resistió a una dictadura y a todo tipo de comentarios. Su fuerza y compromiso con la cultura siempre la han hecho seguir para adelante.
Por eso, no deja de recibir premios o se ha ganado la confianza de grandes teatros del mundo como el Liceu, donde ha llegado a dirigir óperas e incluso teatros. Entre los años 1979 y 1981 fue codirectora del Centro Dramático Nacional, asumiendo la programación del Teatro María Guerrero de Madrid.
Su casa, el teatro
“El teatro me ha servido para navegar, flotar y respirar”, asegura. Aunque, como dice ella, “tranquilidad la verdad es que no da, más bien al contrario. Te espabila, te dice ‘¡venga, ya!’. ¡Ay, cuánto dinero darías cuando estás enferma sobre el escenario y no quieres salir!”, matiza.
La Espert ha superado todo eso. Y más. “Encima yo, con todas las inseguridades que he tenido a lo largo de mi vida…”, asevera a pesar de lo que puedan decir de su entereza. “El teatro para eso es implacable”, sentencia. La sana y la mantiene vive. Por eso, se hace difícil pensar que la Espert se puede detener, a pesar de que lo repita por activa y por pasiva.
Por ahora, está de gira. El 1 de junio recibirá el Max de Honor 2024 en la gala que se va a celebrar en Tenerife. Una ocasión más para reivindicar su trabajo. Una oportunidad única para reconocer el compromiso y talento nacional como el de una mujer de teatro, una diva, como Núria Espert. La Espert.