Alba Cros y Nora Haddad abren la mirada a las ‘otras’ lesbianas: “Esta etiqueta nos sirve, pero mañana quién sabe”
Las realizadoras catalanas recorren con éxito los festivales de cine del país con sus 'Alteritats': "Hay que dinamitar estos estereotipos"
14 agosto, 2023 23:30Noticias relacionadas
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Ser lesbiana no es una sola cosa. En un mundo cargado de etiquetas, Alba Cros y Nora Haddad presentan sus otredades a todos aquellos que quieran verlas. Incluso a los que no, porque, como ellas mismas asumen, hay un mundo distinto fuera de esa normalidad que uno defiende como inamovible.
En Alteritats, el documental presentado en el festival de cine de Málaga, pero que no ha dejado de recoger premios en distintos certámenes cinematográficos, las directoras revelan que no hay un lesbianismo como tal. La vida y el amor son diversos. Por mucho que moleste a algunos.
Realidades ante la cámara
Por las cámaras de estas cineastas catalanas pasan personas trans, trabajadoras sexuales, madres lesbianas gestantes en todos sus sentidos. Se trata de un abanico del mundo, de aquello que no se quiere ver ni encuentra representación en el cine.
Lo que se ve en pantalla ayuda a generar eso que conocemos como normalidad. Por eso, una medida como las de Cros y Haddad es necesaria para demostrar que las otredades del título es lo que es “normal” en la vida. Porque todo lo es. Ante los rechazos de las terfs a la transexualidad, los defensores de la hormonación o los movimientos que abogan contra la ilegalidad de la prostitución, estas realizadoras no determinan qué es correcto o no. Sólo enseñan lo que hay, aunque muchos no quieran ver.
- ¿Cuál fue el impulso del proyecto?
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Alba (A): Como bolleras, creemos que faltaba esta representación que nos permitiera sentirnos identificadas en la pantalla. Ha sido un proceso de años, pero nos dimos cuenta de que incluso nuestra percepción de qué es ser bollera iba mucho más allá. Ser bollera es todo y nada y decidimos buscar la disidencia mucho más allá. Intentamos retratar la cotidianidad, su intimidad para que no veamos esa diferencia. Le llamamos Otredades, pero es nuestra burbuja de supuesta normalidad
Nora (N): Inicialmente, no sabíamos en qué historias terminaríamos. Pero, al empezar el casting, nos dimos cuenta de que había otras identidades de lesbianismo, o las personas están atravesadas por otras identidades. Y vimos que era muy plural, aunque lo único que vemos son las dos normativas y allí va el foco de atención en el audiovisual y lo único que se parece construido en el ámbito social. Hay que dinamitar estos estereotipos.
- Claro, pero también estas realidades se enfrentan a otras hostilidades en el feminismo. Como el de algunas madres gestantes. ¿Por qué genera ese rechazo?
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N: ¿A las terf?
A: Igual que dicen que hay muchos feminismos. Si ya somos la alteridad dentro de la alteridad, lo que les genere a las terf es cosa de ellas. También en el documental aparece la trabajadora sexual que sufre el estigma que vive dentro del colectivo. Para nosotras, como cineastas es mejor escuchar que vetar. A partir de ahí cada una que opine y que diga. Ya hemos sufrido demasiada opresión como para oprimir a otras compañeras.
- ¿La voluntad por eso es abrir debate?
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N: Sí. Nosotras siempre nos hemos preguntado por nuestra identidad y, al final, la película también abre la posibilidad de que la gente se haga preguntas. En el documental mismo hay muchas contradicciones entre ellas y es importante ver esa pluralidad de pensamientos.
A: Lo que queríamos es romper el estereotipo de la representación. Las trabajadoras sexuales y mujeres trans están representadas como son y queríamos darle la vuelta a su representación. Queríamos abrir nuevas miradas hacia lo distinto.
- Uno de estos debates es la hormonación de las personas trans. Hay una persona que decide hormonarse a su manera.
- N: El retrato de Mo es el que rompe más los límites a los que estamos acostumbradas. Y llega tan fresca y explica cómo se hormona. De este personaje podemos aprender su libertad para decidir. Mo, Manoli (mujer trans) y la pastora no se proyectan al futuro, aceptan que, probablemente, en un futuro no sabrán hacia dónde ir. Esto hace que la identidad sea algo fluido, cambiante y moldeable.
- Pero, en cambio, cada vez hay más etiquetas. ¿No es contradictorio?
- A: Haciendo el documental, decíamos de hacer un documental de lesbianas, pero veíamos que, a medida que lo hacíamos, se iba quedando antiguo. Por eso, también pensábamos que era el momento, antes de que esa etiqueta desapareciera (ríen) y seamos unos boomers de aquí a cinco años. Nuestra idea de la bolleridad, es el último statement de Manoli que dice que hoy esta etiqueta nos sirve, pero mañana quién sabe.
- ¿Pero se ve posible con todas las reacciones que aparecen?
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N: Sí, porque emerge una reacción y esto podría ser más revolucionario.
A: Y nunca es suficiente. A veces iniciamos pequeñas luchas para lograr algo, pero se tienen que asentar y quedarse. No puede ser una moda que se olvida, son derechos de persona. Y, de un día a otro, puede cambiar todo políticamente, por eso hay que estar siempre ahí para sostener. De ahí también aparecen esas mujeres mayores.
N: Que son ellas las que han marcado al camino. Igual que este documental es para las que vendrán.
- Y, así las cosas, ¿cómo definirían las otredades?
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A: Son todo aquello que se sale de la norma y, a partir de ahí, es un todo y nada. Son esas vidas posibles que necesitan existir.
N: Son las disidencias, lo que está al margen, la periferia.
- ¿Y cómo podemos abrirnos a ellas?
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N: Con una escucha a ellas y sin miedo a lo distinto.
A: Y la diferencia es buena siempre. Lo distinto está bien.