La consellera de Cultura, Natàlia Garriga, recibe la Biznaga de plata en el festival de Málaga / JOAN COLÁS

La consellera de Cultura, Natàlia Garriga, recibe la Biznaga de plata en el festival de Málaga / JOAN COLÁS

Famosos

Cataluña, premiada en Málaga, pica fuerte con sus '20.000 especies de abejas' (vascas)

La película de Estibaliz Urresola pisa fuerte en la recta final del certamen y Filmin presenta su particular 'Selftape'

16 marzo, 2023 17:22

Lo de que Cataluña tiene un peso especial en esta 26ª edición del festival de Málaga no es una exageración patriótica, es una realidad. La comunidad autónoma es la invitada de este año y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, ha acudido hasta la capital para recoger la Biznaga de plata de rigor.

La política no pudo estar más orgullosa de este reconocimiento que hace la ciudad una región que desde hace años ha despuntado a nivel cinematográfico. Desde la famosa escuela de Barcelona en tiempos franquista a las más recientes cineastas premiadas internacionalmente como Neus Ballús, Carla Simón o más recientemente Carla Subirana.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga / JC

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga / JC

A ninguna de ellas ha hecho mención la consejera. “Nosotros nos lo tomamos a nuestra industria audiovisual catalana”, afirma a Crónica Global. No da nombres, todos los cineastas, intérpretes, productoras y resto de equipos técnicos y artísticos están incluidos en sus palabras. Algunos de ellos estuvieron allí presentes, como el realizador Àlex Lora o la presidenta de la Acadèmica de Cinema, Judith Colell.

Garriga ha agradecido al festival de Málaga la apuesta por el cine catalán, así como todas las biznagas otorgadas en los últimos años. Admite que “en los últimos 10 años costaba un poco más y Madrid nos había avanzado en muchos aspectos”, pero considera que “últimamente hemos dado un impulso, también desde el Gobierno”.

Natàlia Garriga y Judith Colell / JC

Natàlia Garriga y Judith Colell / JC

Las 40 producciones que participan este año en Málaga dan fe de ello, así como los premios internacionales a Albert Serrà y Simón. Una película en francés y otra en catalán en coproducción, que se suman a las cintas rodadas en vasco y en gallego que cuentan con apoyo de Catalan Films como son 20.000 especies de abejas y Matria.

Pese a que recalca la importancia de que “el audiovisual y, sobre todo, el audiovisual en catalán esté en todos lados”, reconoce que las coproducciones, aunque sean en otras lenguas, “aporta ventana de visibilidad a otros espacios y una visión al mundo más amplia”.

Francisco de la Torre, Natàlia Garriga y del director del Festival de Cine, Juan Antonio Vigar / EFE

Francisco de la Torre, Natàlia Garriga y del director del Festival de Cine, Juan Antonio Vigar / EFE

La prueba de la buena salud que goza el cine catalán de la que habla Garriga se ha visto también en esta edición, pero sobre todo este jueves. En la sección oficial hoy se han presentado dos apuestas (más), muy distintas la una de la otra, una de ellas en vasco.

Sí, 20.000 especies de abejas tiene financiación catalana, pero en ningún momento se habla catalán, por mucho que extrañe a algunos. Sea como sea, la cinta de Estíbaliz Urresola ha cautivado tanto como lo hizo en la Berlinale, donde Sofía Otero se llevó el premio a la mejor actriz.

La cinta narra la historia de una niña que siente en el cuerpo equivocado y eso genera muchas sensaciones en el núcleo familiar. Sus padres se la llevan al monte y allí lo único que evidencian es la comunión que la pequeña tiene con la naturaleza. Explicar más la metáfora sobra.

La realizadora tampoco quiere subrayar este hecho. El retrato de una realidad y de lo que provoca está trazado no sólo en el guion, sino que la cámara dibuja este panorama que algunos no quieren ver.

Cartel de 'La desconocida'

Cartel de 'La desconocida'

Filmax también ha presentado película, La desconocida, una turbia y oscura versión de Alicia en el país de las maravillas que bebe también de ese Hard Candy protagonizado en su día por Elliot Page. La cinta es una especie de juego de mentiras y espejos, como los del cuento de Lewis Carrol.

No se puede hacer mucho spoiler al respecto, pero el espectador debe estar prevenido que el encuentro de una joven que se ha citado con un hombre en un parque no acabará como ninguno de los dos espera. Si bien su director, Pablo Maqueda, quiere generar tensión entre sus protagonistas, su juego se hace repetitivo y pierde fuerza a medida que avanza el metraje. Eso sin contar que él mismo cae en una trampa más que peligrosa incluso en su reflexión final.

La cineasta Glorimar Marrero Sánchez / JC

La cineasta Glorimar Marrero Sánchez / JC

Para cerrar la sección oficial, una nueva cinta del otro lado del charco, en esta ocasión, de Puerto Rico. La pecera, de Glorimar Marrero Sánchez, pone el foco en dos puntos poco visibilizados, por un lado, las personas que deciden no someterse a tratamiento cuando padecen un cáncer metastásico, como le sucede a la protagonista; por otro, la contaminación ambiental que ha causado la contaminación que vive cierta zona del país por culpa de las prácticas militares realizadas por la Marina estadounidense en sus costas.

La pecera se convierte así en un cuento de aguas estancadas, de contaminación de un cuerpo y de un océano y la relación clara y directa entre una y otra. Y por si eso ni fuera poco, como recuerda la realizadora a este medio consigue dar visibilidad a una cinematografía a la que “le cuesta tener proyección internacional”.

Los actores Pedro Alonso y Óscar Jaenada / JC

Los actores Pedro Alonso y Óscar Jaenada / JC

Por último, no se puede pasar por alto la apuesta más interesante y prometedora de la vista hasta ahora en la sección Pantallas TV. Si bien Awarennes, la película de ciencia-ficción española, por no decir de superhéroes, protagonizada por Óscar Jaenada y Pedro Alonso, querían demostrar que España podía ofrecer productos de calidad en este género, ha sido una historia más íntima la que ha conquistado al público.

Selftape es la nueva serie de producción propia de Filmin que ha enamorado. Tras el éxito de Autodefensa, la plataforma catalana ha proyectado la historia de Joana y Mireia Vilapuig dirigida por Bàrbara Farré, en la que estas actrices que se hicieron famosas en Pulseres vermelles, se desnudan como pocas veces lo hace un intérprete para contar qué pasa cuando los focos se apagan.

La debilidad, las flaquezas, las deudas y la precariedad del mundo de la interpretación no se queda en el ejercicio ombliguista del sector, sino que resuena en cualquier profesional que, en su día tuvo esperanzas en su carrera y la realidad laboral le hizo venirse abajo. Un golpe de realidad que no se regodea en lamerse las heridas, sino que las muestra sin mucha afectación y hace que el público quiera más.

Sea como sea, esta serie made in Cataluña, así como 20.000 especies de abejas, con muchos números a ser premiada, no ha hecho más que confirmar la palabra de la consellera: “el audiovisual catalán goza de buena salud”.