El presentador Santi Millán se ha pronuncnaido por primera vez este fin de semana en Col·lapse, de TV3, sobre la filtración de un vídeo sexual suyo con una mujer desconocida, que no era su esposa Rosa Olucha, durante el pasado verano. Una situación sobre la que ahora el actor se ha pronunciado por primera vez y ha recordado con "angustia" por todo lo que vivió durante esos días.
"Mira que he hecho cosas, pero ese vídeo fue viral, espectacular. Lo viví con mucha angustia. Piensa que cuando me envían un mensaje de: 'llámame', pienso: '¿qué ha pasado?'. Ostras, es un pollo importante. Porque además lo que pasa es que todo ahora se hace muy grande enseguida, y lo loco es que también pasa rápidamente", ha asegurado Millán.
Situación angustiosa
"Te tienes que comer un marrón guapo", ha descrito la situación. "Es lo que hablan del morbo. Yo había salido desnudo, a mí ya me habían visto todo, había salido haciendo el acto a la ficción, pero claro, no es lo mismo. El hecho de que sea real, de verdad, da mucho morbo", ha añadido.
"Al final es como un meme", ha comentado. "La mayoría de la gente se lo pasaba para hacer la risa y eso es muy saludable. El problema es la gente que entra en debates, y todo es mucho más sencillo que todo eso", ha zanjado el humorista.
Culpables
El asunto se puso en manos de los abogados y, el pasado mes de noviembre, las autoridades dieron con los culpables de dicha filtración. "Estoy trabajando con mi abogada, por supuesto. El problema de esto es que las cosas no son de hoy para mañana, pero cuando salga la sentencia, espero que los medios se hagan el mismo eco de la sentencia que del delito", dijo hace unos meses en la presentación del talent show de Telecinco.
La esposa de Millán se pronunció poco después de la filtración tras recibir muchos ataques y dejó entrever que tenían una relación abierta: "Existen muchos tipos de familia. En la nuestra, la libertad, el respeto y la toleranciason los pilares sobre los que hemos construido este proyecto. Hemos caminado muchos kilómetros juntos y muchos más separados, hemos tropezado mil veces, hemos hablado cuando ha hecho falta. Hemos cambiado el ritmo cuando nos hemos cansado y, de momento, ni tan mal".