Antonio Carmona: “El momento más duro de mi vida fue cuando dejé Ketama”

Antonio Carmona lleva su fiesta flamenca a todos los escenarios que pisa. El cantante es la referencia de una gran saga familiar, Los Habichuela, una familia de artistas con un gran legado en España. El artista llega acompañado de los suyos para un concierto único en el Teatro Coliseum de Barcelona el 15 de octubre del Festival Mil·lenni.

Una ciudad que, como él mismo confirmó en un encuentro con Crónica Directo, siempre ha sentido como su segunda casa. "Barcelona te pone nervioso. Aquí hay mucha cultura musical y se dan cuenta de si fallas un acorde o estás fuera de ritmo", expresa sobre su visita. A pesar de llevar muchos años en la industria y haberse enfrentado a muchas dificultades, Carmona tiene clara su misión: "La música siempre es felicidad, ganes más o menos dinero".

--Pregunta: Actúa en Barcelona este 15 de octubre. ¿Cómo se siente?

--Respuesta: Nada más me he bajado del tren, me costaba respirar. Qué de recuerdos y qué ganas siempre de venir aquí. Cuando nosotros no éramos tan reconocidos por Andalucía, aquí ya nos querían mucho y entendían nuestra música. Vivimos grandes momentos en Barcelona y para mí el concierto es muy importante.

--¿De dónde viene esa unión?

--Llámalo cultura o rebelión. Cuando nosotros veníamos del pueblo nos parecía que íbamos al extranjero, parecía otro planeta. Estaban evolucionando en todos los aspectos.

--En Cataluña tenemos la rumba.

--Por favor, no me hagas llorar ni me hagas emocionarme. Gato Pérez, ni más ni menos, El Pescaílla, y mis amigos Los Manolos. Esto es el Olimpo de la rumba.

--¿Qué ofrecerá en su concierto de Barcelona?

--Son unos conciertos que hago en familia. Venimos como un clan, como somos nosotros, somos el clan Habichuela que vamos dando conciertos por ahí, dando la mejor versión en todos lados.

--¿Cómo les reciben aquí?

--Barcelona es muy flamenca. Carmen Amaya es de aquí, Miguel Poveda también. Estoy muy contento de estar aquí, soy feliz, es mi tierra.

--¿Siente presión?

--Barcelona te pone nervioso. Aquí hay mucha cultura musical y se dan cuenta de si fallas un acorde o estás fuera de ritmo. Lo miran todo con lupa porque pasan por aquí los mejores músicos. Hay que hacerlo muy concentrado y mirando al cielo para que todo salga con mucha energía. En el escenario somos nueve y tenemos unos músicos impresionantes, suena como un tiro. Además, venimos con nuestros temazos de siempre y ahora hemos añadido el que tenemos con C. Tangana.

El cantante Antonio Carmona / EP

--Se ha acercado a una nueva generación con esa canción.

--Eso es lo bueno que tiene la música, que te hace rejuvenecer tocando con músicos de ahora.

--¿Cómo surgió?

--Me acuerdo que Antón vino a mi casa, a Cádiz, y me puso su disco. Me quedé totalmente impactado y me dijo que quería que hiciéramos algo. Empezamos a hablar de cuando no nos dejaban entrar a las discotecas y ahora nos ponen alfombras rojas. De ahí salió el temazo de Me maten.

--¿Se siente reflejado en él?

--Es otra generación, otra manera de entender la música, pero él se rodea de buenos profesionales. Él tenía claro que quería hacer algo conmigo y nos pasamos tres días en el estudio. Ellos se quedaban hasta las seis de la mañana trabajando y a las once volvían a estar ahí. Tiene un equipazo de productores.

--¿Cómo era de diferente hace unos años?

--Ketama vendió un millón de discos. Pasamos de vender 10.000 copias a vender un millón. ¿Tú sabes lo que es? Mi hermano se compró un BMW y nos pegamos nuestros lujos. Ya no podíamos estar en ningún sitio tomando una copa. Pero es una bendición lo que me ha pasado con la música y la disfruto desde siempre.

--Ya no se venden discos, ¿le da pena?

--Me da pena por todo el trabajo que hay. Ahora todo está en las plataformas. También está muy bien porque eso me ha ayudado a que conozcan mi música en el planeta entero y está bien que existan este tipo de cosas para que lo puedan oír desde cualquier sitio.

El cantante Antonio Carmona con su familia / EP

--¿Todavía escucha discos y vinilos en formato físico?

--Yo tengo un tocadiscos en mi casa y hace poco me compré un disco de Charlie Parker y uno de Manolo Caracol. Yo paso de un disco al otro, esos son mis días.

--¿Sigue inspirándose con la música?

--Cuando ya se tiene la edad que se tiene, intento refrescarme oyendo otro tipo de música. Siempre es bueno. Voy con el bafle a todos lados y me gusta escuchar para luego agarrarlo con la guitarra. Mi reto es escuchar un tema, entenderlo y sacar la armonía. Así mi cabeza se mantiene activa para poder seguir oyendo cosas y seguir aquí.

--¿Cuál ha sido el momento más complicado de su carrera?

--El momento más duro de mi vida fue cuando dejé Ketama, a mi hermano y mi primo. Me afectó mucho y estuve tres años sin hacer nada; guardé un luto riguroso. No tenía ganas de cantar, no me apetecía.

--¿Cómo recuperó la ilusión?

--Me recuperé porque conocí a Gustavo Santaolalla, productor de Molotov, Julieta Venegas, Juanes… Me fui a Los Ángeles con mi guitarra y le toqué un par de temas. Yo pensé que no le habían gustado y me quería volver a España, pero al día siguiente me llamó y me dijo que me quería hacer un disco. Él hizo que recuperara las ganas de volver a la música.

El cantante Antonio Carmona / EP

--¿Por qué irse a Los Ángeles?

--Todos mis discos los he hecho en Los Ángeles. Es una manera de cambiar de sonido, la manera de componer. Yo quería ponerle reverb a mi voz, pero Gustavo me decía que eso era muy flamenco y que dejara la voz seca. Eso me hizo diferenciarme de todos los flamencos.

--¿Es importante encontrar la diferenciación?

--Las fusiones ya están hechas, lo que hago yo son canciones. A mí me encanta que se mantenga el flamenco en su estado puro, pero hay gente que tiene que ser valiente. Por eso fuimos teloneros de Prince y Frank Sinatra, porque no hacíamos flamenco ortodoxo. El flamenco puro tiene que estar ahí, pero luego hay otros que tienen que romper lanzas e ir hacia adelante.

--¿Viene una buena época para el flamenco?

--El flamenco a cada rato está naciendo. Tú te vas a Cádiz o a Sevilla, y en una taberna empiezan a cantar y bailar de una manera que flipas en colores. El flamenco está en su mejor momento.

--¿Ahí fuera hay más arte del que conocemos?

--Yo he tenido mucha suerte y me da mucha pena de ver a muchos de mis compañeros que no han llegado a nada cantando y componiendo mucho mejor. Sin embargo, no han tenido la misma suerte. Pero la música siempre es felicidad, ganes más o menos dinero. Yo a mis hijas les digo que tienen que ganar lo suficiente para poder comer, porque entonces ya eres feliz y estás viviendo de una cosa que te gusta. Hay mucha gente en oficinas que no es feliz. Somos muy privilegiados.

El cantante Antonio Carmona en un concierto / EP

--¿Es algo reservado para unos cuantos?

--No todo el mundo entiende el flamenco. No nos entendemos ni entre nosotros. Nosotros tenemos una base muy asentada, gracias a Dios, que es un honor y que nadie nos va a quitar, que es que somos Patrimonio de la Humanidad. Igual que no nos quita nadie a Camarón, Paco de Lucía y Carmen Amaya.

¿Esa es la mayor victoria del flamenco?

--Es un avance muy grande para que conozcan un poco más nuestra cultura.

--¿En qué está trabajando?

--Tengo varios proyectos, pero lo más inmediato para mí es hacer un single antes de que termine el año y luego me apetece hacer un disco en directo.