Todo va según lo previsto. La audiencia expulsa por orden a los concursantes de Supervivientes que menos juego da, o al menos que así lo creen. Un hecho que no agrada a todos.
Los primeros expulsados de la isla fueron Charo Vega, Rubén Sánchez, Ainhoa Cantalapiedra y Juan Muñoz. Todos ellos fueron enviados a la isla parásito y allí la audiencia decide quien se va de forma definitiva. Y siguen su orden.
Expulsión decepcionante
La expulsión se ha sucedido en el mismo orden. De este modo, este domingo Ainhoa Cantalapiedra veía como el público la expulsaba, justo en el mejor momento y lugar para ella dentro del concurso. “Me lo he pasado muy bien, he sido muy feliz yo me quería quedar”, subraya, “pero tras estos días, y lo sabe Juan, ha sido muy duro y creo que mejor vampiro”, matiza sobre sus ganas de irse.
El más decepcionado por la decisión ha sido su compañero, Juan Muñoz. Lleva semanas de bajón, tiene problemas de salud y desea irse, por lo que no entiende porqué los espectadores han preferido alargar su sufrimiento una semana más.
Esperanza
“Espero que me tengan en cuenta también a mi la semana que viene para salir”, le confesaba el cómico a Anuar Beno, enviado al paraíso. “Estoy un poquito…”, detalla sin acabar de darle un calificativo. “Necesito ya mi casa”, sentencia.
Las palabras han sorprendido incluso a su defensor en los platós, Pepe Carabias, quien no ha dejado de decir estos días que su amigo nunca expresó su voluntad de irse e incluso pidió a la audiencia que no lo votara. Ahora ha cambiado de opinión. ¿Se cumplirán los deseos del humorista?