La ambición de C. Tangana no tiene límites. El cantante ha conseguido que su gira Sin cantar ni afinar se convierta en el gran evento musical del año. Así lo demostró una vez más este sábado 23 de abril, coincidiendo con la celebración de Sant Jordi, en Barcelona. Más de 18.000 personas acudieron a la cita del Palau Sant Jordi en la que el madrileño convirtió su concierto en una película.
Se trata de un espectáculo conceptual pocas veces visto en la industria musical española. Un concierto que mantuvo a los asistentes pegados a la pantalla por la pensadísima producción audiovisual a la vez que bailaban y coreaban sus canciones. Más de una treintena de personas sobre un escenario en el que no faltó nadie: desde los clásicos Kiko Veneno, Juan José Carmona Amaya "El Camborio", La Húngara, Rita Payés y Niño de Elche, hasta las sorpresas de las noche, Estopa y Jorge Drexler.
Pieza cinematográfica
Durante dos horas de show, el artista saltó del trap al flamenco, de la rumba a la electrónica y del pasodoble a la bachata sin temblar. Un repertorio que se centró en su último disco, El madrileño, sin olvidar aquellas canciones que lo llevaron a lo más alto de la música urbana, como Llorando en la limo y Antes de morirme –en esta ocasión ya sin Rosalía--.
La escenografía fue uno de los puntos fuertes de Antón Álvarez –su nombre de pila—, que contó con una orquesta envidiable formada por más de 20 instrumentistas de cuerda y viento metal, guitarras y percusión, así como una tarima con un decorado con mesas que simulaban un club nocturno y señorial... ¡que contaba hasta con camareros y una barra de bar! Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la impoluta realización al nivel de cualquier pieza cinematográfica con todos los movimentos meditados y coreografiados.
Sobremesa flamenca
La noche arrancó unos 20 minutos más tarde de las 21.00 horas con su Still Rapping, toda una declaración de intenciones de lo que ocurriría después. Poco a poco el ganador de tres Latin Grammys se metió al público en el bolsillo con Te Venero, acompañado de Rita Payés, Nominao, con el reconocido Jorge Drexler, y Ateo, sin Nathy Peluso en esta ocasión, pero con Lucía Fernanda, hija de Antonio Carmona.
Sin duda la joya de la corona del concierto fue la tiny desk. Un espacio de sobremesa flamenca en el que el cantante que ni canta ni afina deja de ser protagonista para poner en el foco a sus acompañantes. El bloque comenzó con Me maten para luego dar paso a un conjunto de versiones históricas de la música española, como No estamos lokos de Ketama, Mala, malita, mala de La Húngara, Noches de bohemia de Navajita Plateá y Corazón partío de Alejandro Sanz.
Sorpresa con Estopa
Uno de los momentos más especiales de la noche llegaba al final de esta sobremesa, cuando Estopa aparecía por sorpresa al lado de Pucho. El dúo de Cornellà se unía al espectáculo con su clásico Tu calorro, para después interpretar el exitoso Ingobernable. El artista confesaba entonces que una de sus mayores inspiraciones para su último álbum había sido la rumba del grupo catalán.
Tras finalizar este tramo subiéndose a la mesa para demostrar que estaba Tranquilísimo, llegaba una de las performances de la noche, cuando uno de los camareros lamentaba que no volviera a "lo de antes" –es decir, al trap y la música urbana—, dando paso al hitazo Llorando en la limo.
Rosas de Sant Jordi
Y es que C. Tangana no se dejó ningún éxito en el tintero. El Palau Sant Jordi gritó a pleno pulmón el emocionante Nunca estoy, saltó con Hong Kong y la versión más techno de Demasiadas mujeres, se emocionó con Párteme la cara, bailó con La Húngara el gran éxito Tú me dejaste de querer y fue partícipe de la ambición desmedida del madrileño con Un veneno.
Puchito no quiso olvidar el día de Sant Jordi con claras referencias a la festividad catalana. “¿Quién me trae rosas hoy?”, preguntaba el intérprete de Bien duro por Twitter antes del concierto. Y, como no podía ser de otra manera, flores no faltaron. Como él mismo afirma con humor (y el título de la gira confirma), puchito no canta ni afina, pero ha conseguido crear uno de los proyectos más sólidos del panorama musical actual.