La espera ha terminado. Después de tres años de trabajo, Rosalía ha cumplido con lo prometido y ha roto todos los esquemas de la música con su último disco, Motomami. A pesar de que los primeros avances del álbum no terminaron de calar en el imaginario colectivo por unas canciones con un cambio de estilo y unas letras más simples que en El mal querer, la cantante catalana lo ha vuelto a hacer ha demostrado que su carrera va para largo.
La de Sant Esteve Sesrovies ha experimentado y se ha divertido como nunca antes. Reguetón tradicional, flamenco, bolero, bachata, copla, bulería y muchos otros géneros musicales conviven a la vez a lo largo de 16 canciones que, como la propia artista ha explicado, crean un nuevo concepto y una nueva actitud, la de ser una motomami.
Tradición...
El primer adelanto del disco fue La fama, una bachata con The Weeknd que habla de los peligros de ser una celebridad. Otro adelanto fue Saoko, un reguetón con toques de jazz con el que Rosalía prometía una transformación. Chicken Teriyaki probablemente ha sido el single más pegadizo y preparado para la viralidad de TikTok. Finalmente, el último adelanto fue Hentai, el tema más polémico por la su letra, que habla sin tapujos sobre el sexo.
Pero hay mucho más. Una de las joyas de la corona es Candy, un reguetón con toques de R&B que contará con un videoclip este mismo viernes 18 de marzo, horas después de la salida del disco. En Motomami también hay lugar para el tan esperado flamenco que catapultó la carrera de la artista en temas como Bulerías, el más cercano al estilo, y Diablo, donde el cante se une a una base latina.
...y experimentación
Uno de los temas más especiales es G3 N15, una balada en la que Rosalía habla sobre su larga estancia en Los Ángeles, mientras grababa el álbum en tiempo de pandemia, lejos de su familia. Un órgano se funde con una nota de voz en catalán de su abuela, donde esta le destaca la importancia de Dios y de la familia, y hace referencia al "mundo tan complicado" en el que ha entrado su nieta. "Si eres feliz, yo también soy feliz", asegura la mujer.
Bizcochito, Motomami, Cuuuuuuuute, Delirio de grandeza --un bolero--, Como un G --una balada--, Abcdefg --el alfabeto Motomami-- y La combi Versace --un reguetón con Tokischa--, son el resto de canciones que completan el álbum. El disco termina con Sakura, que simula un concierto en vivo donde une el flamenco en la estrofa con la música tradicional japonesa en el estribillo. La Sakura es el cerezo en flor, la naturaleza efímera, que Rosalía relaciona con la fama: "No pa' siempre se puede ser una estrella y brillar, voy a reírme cuando tenga 80 y mire pa' atrás”