La cantante Isabel Pantoja / EFE

La cantante Isabel Pantoja / EFE

Famosos

Así es la manera en la que Isabel Pantoja intenta evitar volver a entrar en prisión

La Fiscalía solicita una pena de tres años para la tonadillera, así como una multa de 10.800 euros

16 marzo, 2022 11:04

Isabel Pantoja se encuentra ahogada por las deudas. Algo que no es novedad para la tonadillera, a pesar de que intente evitar por activa y por pasiva que vaya a más y pueda, incluso, ingresar en prisión.

De hecho, el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga ha fijado un juicio con la cantante para el próximo 22 de marzo en el que le acusan como supuesta cooperadora por la participación de Panriver 56 en una operación supuestamente irregular de deuda relacionada con su casa de la localidad malagueña de Marbella como un delito de insolvencia punible.

Nueva estrategia

La Fiscalía y la Acusación Particular solicitan una pena de tres años de prisión para la Pantoja, así como el pago de una multa de dieciocho meses a razón de veinte euros al día, lo que haría un total de diez mil ochocientos euros de sanción penal pecuniaria, tal y como ha desvelado en exclusiva este miércoles la revista Semana.

Sin embargo, la tonadillera tiene una estrategia para evitar volver a ingresar en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, Sevilla: al parecer, y según la misma publicación, estaría intentando pactar con la parte contraria y así evitar el juicio por la venta de Mi Gitana, la casa donde vivió junto a Julián Muñoz.

Problemas de salud

Sin embargo, tanto esta alegación como la opción de vender la parte del ático de Fuengirola que aún le pertenece para así obtener liquidez han fracasado. Por tanto, su último as bajo la manga ha sido manifestar que padece problemas de salud. Si bien es cierto, tal y como ha comentado su hija en numerosas ocasiones, Isabel Pantoja se encuentra sumida en una profunda depresión. 

Con la aportación de informes médicos-psicológicos que afirmen el delicado estado de salud en el que se encuentra, la tonadillera pretende retrasar la celebración del juicio, lo que le daría margen para intentar vender y saldar las deudas que le quedan. Tal y como dice el dicho, "tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas".