La reconstrucción de la casa que tenía Rocío Jurado en La Moraleja (Madrid) ha servido para tres cosas: para que Telecinco rellene horas de la parrilla --hay un nuevo especial el viernes--, para emocionar a la hija de la cantante y para que ésta se descargue con Gloria Camila y José Ortega Cano.
Más allá de eso, la emoción ha estado presente en todo momento. Rocío Carrasco aparecía con un cambio de look y “con ilusión”, la de “cortar por lo sano” y empezar una etapa que espera le vaya a mejor.
Su habitación
La recreación de diez metros de Montealto ha servido para que la joven se sonriera al reencontrarse con la habitación de su infancia mientras las lágrimas le inundaban los ojos.
Carrasco recordó algunos de los mejores momentos que vivió en ese lugar. "Los fines de año en casa eran maravillosos, eran de todo menos normales" reconoce ante una de las fotografías que aparece junto a sus padres.
Una Rocío muy cambiada
Emocionada, Rociito también pudo escuchar una entrevista de su madre en la que Rocío Jurado reconocía que su hija se parecía físicamente a su padre y a ella en su forma de ser. Su reflexión al respecto ha sobrecogido a muchos.
"Mi madre ahora no me reconocería con muchos de mis temores, haciéndome pequeña, eso mi madre no lo hubiera permitido porque, efectivamente, me parezco mucho a ella. Ahora estoy en el camino de volver a ser la que era", sentencia.
Indirecta y llanto
Lo que menos se esperaba es que el programa le pusiera unas imágenes en exclusiva que había en una cinta de VHS. En ella se veía a su madre en una fiesta, cantando y bailando con su padre.
"Esa era la época feliz de mi madre y mía, luego nada volvió a ser lo mismo. Ahí mi madre era muy feliz, mucho". Y no, no se refería a que el divorcio con Pedro Carrasco fuera un duro golpe, se refiere a “después”.
Momentos para sonreír
También ha habido momentos para la sonrisa, como cuando Jorge Javier Vázquez ha revisado las notas de la primaria de la protagonista. Todo 'insuficientes' en octavo de EGB menos en religión, pero ya eran de lo más habituales en cursos anteriores. Ha reconocido que sí, que era mala en los estudios e incluso tuvo que repetir algún curso.
Minutos antes de finalizar el programa, Rocío se reencontraba con alguien muy importante para ella a pesar de los años, Regli. Con una sonrisa en el rostro, Rociito recordó con ella los siete años en los que Regli fue su niñera.