No se puede negar: en los últimos días se ha hablado más de Marta Riesco que del precio de la luz. A pesar de afirmar por activa y por pasiva que no quiere ser un personaje público y que quiere que se la valore por su trayectoria profesional, la periodista de Ana Rosa Quintana y a su vez, también nueva novia de Antonio David Flores parece estar encanta con estar en el ojo del huracán.
Mucho, ojo porque su regocijo habría llegado a tal extremo, que incluso habría condicionado a la cadena para seguir trabajando en ella. Y es que la que en su día fuera Miss Segovia y posteriormente, Miss Fea de Aquí hay tomate, no quiere que se emitan imágenes en antena de cómo era su rostro antes de pasar por quirófano.
El retoque de Marta
Años atrás, Riesco decidía ponerse en manos de un especialista y reducir el tamaño de su nariz. Así mismo lo ha revelado Gema López, este martes por la tarde en Sálvame.
La noticia ha llegado muy pocas horas después de que la joven haya causado baja en el trabajo, al parecer, sobrepasada por todo lo que se está diciendo de ella. “Está desbordada y debido a la situación personal por la que está atravesando se ha visto obligada a no acudir a su puesto de trabajo”, han confiesado fuentes cercanas a ella.
El doble juego de la periodista
Se encuentra “completamente superada por la situación”, han detallado desde la productora de Ana Rosa y Ya son las 8. Cabe recordar que ambos programanas han sido el principal altavoz desde donde Marta, además de confirmar su relación con el ex guardia civil, confesaba que estaba “enamorada de él”.
Con todo, y aunque sus hechos digan lo contrario Riesco subrayaba: “Soy una mujer que quiero que me defina mi trabajo y no con quién estoy”. Por contra, López tiraba de la manta y daba a conocer que tras coincidir con ella en el comedor de Mediaset, su compañera le confesó que no entendía cómo no la llamaban más días si era el tema del momento.