Este martes, 7 de septiembre, se cumplen cinco años desde que Rocío Carrasco y Fidel Albiac se dieron el “sí, quiero” en la finca Valdepalacios de Torrico, en Toledo. Tras 17 años de relación, hoy la pareja atraviesa uno de sus mejores momentos después de que Carrasco haya dejado al descubierto parte de su testimonio como mujer maltratada por parte de Antonio David Flores.
Contra viento y marea, Fidel se ha convertido en el mejor apoyo de la hija de la Jurado. De hecho, es la propia Rocío quien ha reconocido de forma pública que de no ser por el sevillano, no seguiría viva.
Fidel, su gran apoyo
Meses atrás, la joven dejaba al descubierto en Rocío, contar la verdad para seguir viva que había intentado quitarse la vida. Una situación causada por la severa depresión que padecía y que ahora se ha atrevido a confesar. Desde entonces, Carrasco goza de un reconocimiento público, incluso, por parte de la alta esfera política estatal.
Rociíto ha resurgido de las cenizas como el Ave Fénix y hoy se encuentra en uno de sus mejores momentos profesionales. A la espera de que se emita la segunda temporada de su docuserie, se ha convertido en nueva colaboradora de Sálvame con una sección propia: Hable con ella.
Cinco años de ausencias
Sin embargo, hoy, cinco años después del que fue uno de los días más felices de su vida, la televisiva sigue contando con dos grandes ausencias. La relación con sus hijos, Rocío Flores y David Flores, está rota.
Madre e hija llevan sin hablarse desde que en 2012 un fuerte enfrentamiento entre ambas terminó con la joven yéndose a vivir a Málaga con su padre, Antonio David Flores. Años más tarde, sería Antoniodá quien precipitaría el fin de la relación de Rocío con su hijo pequeño.