Los colaboradores de Sálvame regresan de sus vacaciones y uno de ellos ya amenaza con dejar el programa. Kiko Matamoros asegura que “no creo que acabe el año” y no por problemas de salud, sino por las sensaciones que le provoca el programa.
El novio de Marta López se ha hecho el misterioso sobre las razones que le llevan a querer dejar el programa, pero poco a poco ha desgranado algunos. Unos han sucedido durante el verano, otros los trae acumulados de la última temporada.
Antonio Canales
Una de las cosas que más le ha molestado es cómo se produjo el despido de Antonio Canales. Achaca a los responsables que, si bien se han hecho muchas cosas por el espectáculo, “me pareció la forma más fea de humillar a un profesional”.
“No me he sentido orgulloso de trabajar en este programa” al ver las imágenes, sentencia. Unas palabras que pueden tener sus consecuencias. Asegura que le gusta y quiere al programa y respeta a sus directores, por eso no tienen “ningún interés en irme”, pero tampoco le importaría que lo echaran.
Makoke
La manera de abordar los reproches que le ha hecho su expareja, Makoke, tampoco ha sido de su agrado, en especial que la invitaran a La última cena. “El programa sabe perfectamente lo que hace”, reconoce y “no me atrevería a decir el contenido que debería tener”, pero entiende que es “un recurso lícito de provocación”.
Matamoros ha verbalizado incluso que entiende que hay problemas de audiencia, lo que su amigo Kiko Hernández también ha admitido. Tanto es así que, como dice Canales y Rosa Benito, les emplaza a recapacitar.
Rocío Carrasco
Pero este disgusto viene de lejos. “Me ha faltado honestidad estos meses atrás” y culpa a él y a sus compañeros no haber “tenido pelotas” para decirlo. Uno de esos momentos es cuando Carlota Corredera expulsó a Antonio Montero. “Nos tendríamos que haber ido todos” y reconoce que “el primero que no he estado a la altura de las circunstancias he sido yo”.
Kiko apunta que las personas pueden expresar su opinión libremente y ese día no se respetó esta libertad. Algo que ya percibió cuando se empezó a emitir la docuserie de Rocío Carrasco. “He visto el documental de Rocío Carrasco hasta que me faltaron pelotas para seguir viéndolo”, y es que admite que sólo vio el cero y partes de otros en los debates.
Invitado a irse
El colaborador ha mostrado su desgana desde el primer momento que ha entrado en el plató y ha sido el que ha acaparado el protagonismo desde el minuto uno de la emisión de este lunes. Su posibilidad de irse es “real”, asegura. “Hasta que me vayan o hasta que me echen”, apunta.
Ante semejante amenaza, la dirección le ha recordado que “tiene las puertas abiertas para irse” cuando así lo considere. Pese a todo, tanto Montero como Laura Fa, admiten que el programa, en estas circunstancias, “necesita a Kiko”.