Pancho Céspedes (Santa Clara, Cuba, 1957) está de vuelta en España para dar conciertos a la largo del territorio. Empezó en Badajoz con Marta Sánchez y ahora recorre la geografía tan sólo con un piano y voz. Pasará por Tarragona en el marco del Festival d’Estiu y será uno de los cantantes que participarán en el homenaje a Álex Casademunt.
Amante de la vida y del talento, está agradecido de poder subirse a un escenario después de que la pandemia nos tuviera encerrados. Trató de grabarse frente al espejo, pero la frialdad del streaming no es lo suyo, reconoce.
Una pandemia, muchos proyectos
En la gira repasa todos sus grandes éxitos y pone voz a otros letristas amigos suyos. Le encanta rodearse de gente talentosa, mucho más que de famosos. La fama no le interesa admite, sólo aquello verdadero.
En esta entrevista con Crónica Directo se abre para confesar que este regreso estival es sólo la punta del iceberg. Luego llegará un disco donde versiona canciones de Alejandro Sanz, otro de coplas y quien sabe si alguna canción de las que ya tiene escritas. A sus 64 años sigue cargado de energía.
-- Pregunta: ¿Cómo ha ido el inicio de su gira de verano con Marta Sánchez?
-- Respuesta: Estar al lado de Martica siempre es maravilloso, una persona normal con tanto talento. Además, estar junto a ella es algo muy cálido, te alivia el escenario. Nos unimos en el concierto para hacer Vida loca, pero ella hace su concierto y yo el mío. Es un concierto sólo a piano y a voz.
-- ¿Por qué esta decisión de que fuera sólo a piano y a voz?
-- Porque con el Covid parece que no hay presupuesto (bromea y ríe). Todo esto que estamos viviendo, que nos han hecho separarnos, aislarnos, ha hecho que las personas sensibles veamos en el mundo otras cosas, otros puntos que tiene la vida que son más internos. Y estamos buscando estas otras cosas y a alguien, no sé quién, tuvo esta idea de conciertos a piano y a voz.
-- Participa también ahora en el homenaje a Álex Casademunt
-- ¡Claro! Tenemos que montar una canción de Álex para cantarla para el hermano, la familia y el público que van a estar allí presentes.
-- ¿Cómo lo conoció?
-- En casa de Alejandro Sanz. No teníamos amistad, pero cuando uno conoce a una persona y todo va bien con ella te genera una energía entre los dos. Lamentablemente se fue pronto y vamos a homenajearlo con algo bonito.
-- ¿Y cómo va esta estancia por España?
-- Pues estamos con mucha promoción, viajando y comiendo rico y ahora estoy con Enrique Negri, con quien estamos haciendo cosas, lo que más nos gusta.
-- ¿Nos puede adelantar?
-- Estamos cocinando cosas, es el mejor chef y el que tiene mejores cosas para hacer.
-- ¿O sea que ya tiene canciones para un nuevo disco?
-- Yo cuando vivía en Cuba hacía tres canciones diarias. Mis canciones no eran para la moda, son del corazón, cuando uno las hace son para siempre y allí están. Ahora estamos haciendo canciones muy íntimas. Pero hace dos años, Enrique Negri y yo dijimos, vamos a hacer cosas. Y él, que es una persona, uno de esos gitanos que además de tener la emoción tiene una capacidad intelectual extraordinaria, y yo nos pusimos a leer literatura. Llegamos al poema Amor huido de Lorca y lo grabamos y ahora vamos a hacer un disco de coplas y lo voy a nombrar mi productor. En estos meses voy a escuchar a todos los maestros del mundo. Ahora por eso estamos con los conciertos y en invierno haremos una gira definitiva fuerte, dónde sea. Todavía me gusta cantar. Antes me gustaba más hacer el amor que cantar, ahora están empatados (bromea). Me encanta cantar donde sea.
-- De hecho, a principios de mes se le vio cantar con unos músicos que actuaban en las calles de Madrid.
-- Estaban cantando unas canciones mexicanas unos cantantes barítonos, que seguro que son de escuela y que puede que no tengan trabajo, y los escucho cantando El rey, y yo, que vivo en México y tengo la música latina en la sangre, les pedí permiso para cantar con ellos. Ellos no me reconocieron y fueron muy generosos conmigo. Fue maravilloso. También de camino en Badajoz, en un área de servicio, me encontré con un seguidor mío que iba para el concierto y me dijo que cantaba mis canciones, y en el concierto se encaramó conmigo al escenario y cantamos juntos Señora. Yo no soy más bueno que nadie, pero esa bondad hay que tenerla porque a mí alguna vez me dejaron cantar. Él la pasó muy bien, no dio el traste el espectáculo y se sintió bien.
-- Y tras la pandemia, ¿ve al público animado para ir a los conciertos? ¿Hay necesidad de ello?
-- Necesidad de música en directo ha habido siempre, lo que pasa que ahora nos la prohibieron. Cada vez que te subes a un escenario ves esa necesidad es mutua. Del artista de estar en contacto con el público y el público está ávido. No es lo mismo con el streaming. El último que yo hice y no salió lo tuve que hacer cantándole al espejo. ¡Una locura! Pero quería darle algo distinto a la gente porque piden canciones nuevas, pero puede quedarse en algo plano y aburrido. El misterio siempre está en estar en contacto con la gente, allí es donde descubren y redescubren las canciones. Yo mismo en el escenario redescubro mis canciones. Yo me quiero, me amo, cuando estoy encima del escenario. Es el mejor Pancho que yo encuentro.
-- ¿Cuál es el secreto de su éxito?
-- No sé. Si llenamos de adjetivos estas cosas… Yo no sé si lo mío está bien o mal, pero lo que es verdadero es verdadero y eso lo hago con mis canciones. A lo mejor, como dicen por ahí, tengo talento, ¡pero que se yo! Es difícil de explicar esto, porque si hubiera una formula todo el mundo tendría éxito o carisma. No fama, porque como valor es dudoso. Sólo hace falta que me desnude en la Gran Vía y ya para eso. Lo importante es que la gente se entretenga un poco en estos tiempos que vivimos.
-- ¿Cómo ha vivido usted esta pandemia?
-- Yo leo. Y cuando uno es capaz de leer la pasa mejor, seguro. Porque al leer uno viaja, no sólo por el mundo sino por las emociones, por el talento del autor. Yo extrañaba cantar. Por suerte en América se abrió un poco antes que aquí. No se puede hacer nada. Cuando se habla de pandemia no se puede hablar de felicidad, son oponentes. Si tuviéramos una barita mágica para quitar a todos los gobernantes del mundo, que son los que nos tienen metido en esto a pesar de que el virus exista, y nos hacen hacer lo que les dé la gana hacerlo…
-- Bueno, al menos este verano, ya arranca con los conciertos y el disco de coplas. ¿Le añadirá esas nuevas canciones suyas o para otro momento?
-- Antes del disco de coplas y todo esto, voy a sacar un disco de canciones de Alejandro Sanz a piano y voz y él bromeaba, “a ver si luego el público quieren escucharlas por mí”. Alejandro es muy generoso y talentoso. Canto sus canciones y me desmallo de la emoción. Creo que también sus canciones tienen algo que ver conmigo también en el sentido de que hablan de la incertidumbre, ese existencialismo… siempre preguntándonos cosas.
-- Siempre se rodea de gente con talento, ¿cree que en la música se prima ahora el éxito rápido?
-- El talento no está muerto, a la música no le gana nadie. Siempre ha existido, pero ahora todo se concentra en la cosa mediática. Pero también veo mucha juventud, más de la que uno se cree, a la que le interesa el arte verdadero y la buena música, con una expresión adecuada a estos tiempos, esto no tiene nada que ver con esa otra cosa que daña la capacidad del ser humano como ser. El kit es la educación de las personas. Nada de estar con una computadora para llenarlos de datos, sino darle explicaciones de las cosas.