Pilar Rahola ha aparecido lejos de TV3, donde es una habitual. Se ha puesto de nuevo ante las cámaras, pero en esta ocasión en Telecinco, en Madrid, con la voluntad de estar cerca de una estrella catódica y de la prensa del corazón patrio, Rocío Carrasco.
La catalana se ha volcado en defender a la hija de La Más Grande, Rocío Jurado, que cree que ha dado un “ejemplo” en la lucha contra la violencia machista. El documental emitido por partes ha conmovido a la también denominada dama de hierro del independentismo, que reconoce haber llorado al escuchar su testimonio.
Defensa de Rocío Carrasco
La reaparición de la tertuliana, sin apenas nada amarillo en su vestimenta como símbolo independentista, algo inusual en ella, se produce semanas después de que fuera despedida de La Vanguardia. Ella misma aseguró que el periódico que le había arropado durante más de una década había prescindido de sus servicios por su férrea defensa de los ideales secesionistas de Carles Puigdemont y sus compañeros de partido.
En el diario, también había hecho alusión al caso de Rociíto, de manera que confesaba estar a su lado en su lucha y denuncia contra el maltrato a la vez que confesaba que veía televisiones de emisión estatal, tan denostadas por los sectores más irredentos del independentismo con los que muestra complicidad y cercanía. Este miércoles, ha dado un paso más al pisar los estudios de Mediaset.
Relevo de Marc Giró
La amiga de Puigdemont, como ella misma afirma, habría sustituído a otro de los colaboradores catalanes que más éxito ha tenido en como comentarista de los documentales sobre Carrasco, Marc Giró. El periodista se encuentra aislado por ser contacto estrecho de una persona que dio positivo en Covid y no ha podido viajar de Barcelona a Madrid.
Rahola le ha cogido el relevo y se ha dedicado a recordar a la audiencia que ella también es una defensora del feminismo, no sólo un adalid del independentismo catalán.