Belén Esteban es ya toda una estrella de la televisión. Hace años que, con su particular carisma, se ganó el título de princesa del pueblo. Pese a todo quiere mirar adelante.

El lanzamiento al mercado de Sabores de la Esteban, con un gazpacho y un salmorejo es la prueba definitiva. Y la constatación de un éxito. Los productos se agotaron en pocas horas tras su lanzamiento.

Éxito

La de San Blas no puede estar más eufórica: “Estoy muy contenta, estamos muy felices. La gente ha reaccionado muy bien”. Y todo con un producto que ya existe desde hace tiempo y donde hay mucha competencia. “Nunca nos planteamos competir. Mi producto es casero y único”, asevera.

Ante semejante reconocimiento en el mundo empresarial, son muchos los que se preguntan si la colaboradora de Sálvame está buscando una escapatoria a su trabajo frente a las cámaras. No son pocos los enfrentamientos que ha tenido en los últimos años con Jorge Javier Vázquez que la han llevado a apartarse de los platós durante semanas.

Tele y futuro

“Yo no voy a dejar la tele, estoy muy feliz, en un momento dulce en todos los sentidos, pero tengo que pensar en el futuro”, para ella y para los suyos, matiza en una entrevista a La Razón. “Quiero que valoren la Belén empresaria, que conozcan mis productos y le guste a la gente”, subraya.

La idea, que surgió hace 10 meses en conversaciones con su novio Miguel, la defiende con uñas y dientes. “Todo lo hemos hecho nosotros, he estado en todas las reuniones” y no le ha ido mal, al contrario, ha triunfado. Tanto que ya piensa en nuevos productos para el invierno: cremas de verdura. Eso sí, “no voy a volverme loca y bajar la calidad para subir la producción”, advierte.