Rocío Carrasco, sobre Antonio David: "Siempre ha sido un puto cobarde"
Rociíto confiesa que su madre se murió pensando que le tenía que pagar una multa de 1 millón de pesetas a Antoniodá
5 abril, 2021 02:17El quinto episodio, A que no te vas, de la serie que protagoniza Rocío Carrasco se enmarca en febrero del 2000, cuando, junto a Fidel, sufrió el fatal accidente de coche que casi le cuesta la vida.
Tras varios días en coma inducido, Rocío se despierta el mismo día del cumpleaños de Albiach. “Me desperté, vi a mi madre y vi a Fidel, le pregunté qué día era y me dijo 14. Entonces le felicité y me volví a quedar inconsciente", ha explicado Rociíto. Sin embargo, no será hasta semanas más tarde cuando la joven recibió el alta.
Del miedo al terror
Hasta entonces, Rocío denuncia que su familia no apoyó a Fidel y que su padre y su tío le echaron de su casa. Para más inri, la protagonista descubre que Antonio David Flores acudía al hospital previo aviso a la prensa. De hecho, afirma que su exmarido cobraba cada vez que acudía al centro hospitalario y que se dejó fotografiar llorando para protagonizar una portada. Algo que ha confirmado el fotoperiodista que se partía con él el dinero de los reportajes.
Por otro lado, la hija de La más grande ha dado a conocer que el exguardia civil fue despedido de la inmobiliaria en la cual trabajaba por incumplimiento del contrato: ni acudía a su lugar de trabajo ni pagaba las facturas. Prueba de ello es el documento que ha aportado y en el cual la empresa acredita el despido. Asimismo, entre otros documentos que Rocío ha compartido se encuentra el fallo del juez en el que se le da la custodia de los niños a ella.
"Un puto cobarde"
En ese momento pasó del miedo al terror. Antonio David contrató a Rodríguez Menéndez como abogado y acusó de narcotraficante y de proxoneta a Fidel Albiac. "Siempre ha sido un puto cobarde. Lo hizo porque tenía la plena convicción de que era mentira. Se pensó que cuando Fidel viera su nombre en los medios se iría, pero se quedó a mi lado", ha afirmado Rocío, al respecto.
Con todo, antes de terminar, Carrasco ha querido evidenciar, una vez más, el terror que infundía Antoniodá a La más grande: "Mi madre se murió pensando que le iba a tener que pagar mil millones de pesetas por haber defendido a su hija y haber dicho una verdad como un templo de grande".