Los youtubers, streamers, gamers y jóvenes dedicados a las redes sociales son las nuevas estrellas. Tanto es así que, como si fueran deportistas famosos, ganan tanto que se van a Andorra a vivir en grandes casas. Ellos mismos lo reconocen.

The Grefg, uno de los primeros en irse al país de los Pirineos, defiende su polémica decisión por activa y por pasiva y se vanagloria del dinero que ha conseguido. "Podría retirarme y vivir con el dinero que tengo", señala a Forbes.

Trabajo

El jugador asevera que su riqueza le ha costado lo suyo. “Me considero una persona que se interesa constantemente por mejorar y por reinventarse”, señala tras recordar que no siempre ha sido así.

Ahora, sólo piensa en trabajo. “Durante un directo ya estoy pensando en el vídeo que voy a sacar después o en el directo del día siguiente o el post que voy a subir a Instagram o lo que voy a tuitear. Mi cabeza está directamente conectada a las redes y sin darme cuenta está trabajando en el contenido que puedo crear”, señala.

Dinero y Andorra

Con ello ha conseguido cautivado a 2,4 millones de espectadores en un solo directo, un hecho que le ha hecho ganar mucho dinero e irse a vivir Andorra. “Yo me fui hace cuatro años por una causa fiscal, y no lo escondo”, admite.

David Cánovas, nombre real de The Grefg, no entiende por qué se pone el foco los youtubers. Dice no entender porque el peso reacae ahora sobre ellos. “Hay muchos otros profesionales que lo hacen”. Eso sí, reconoce que, en su caso, que llega a millones de jóvenes de adolescentes sus palabras tienen mucho peso.

Mucha influencia

“Con los años he aprendido que tengo una responsabilidad pedagógica importante y que tengo que inculcar buenos valores. Intento ofrecer consejos, porque sé que mucha parte de mi público es joven y que lo que yo digo se lo toma muy en serio”, remarca.

El gamer presume que, “aunque pueda parecer muy loco, pueden hacer más caso al streamer o al youtuber que ven que a sus propios padres o al profesor”. De allí su polémica con las declaraciones de su huida a Andorra para pagar menos impuestos. “Todo lo que transmito lo siento de verdad”, sentencia.

Vida andorrana

Su vida allí parece de lo más apacible. “Un día de lo más normal para mí sería levantarme, comer, hacer algo de ejercicio, ponerme en directo, salir a cenar con mis amigos y mi chica, Gema, preparar el vídeo del día siguiente e irme a dormir”, afirma.

“Para mi sorpresa Andorra me ha aportado un estilo de vida que no cambiaría. No es sólo por lo económico, es donde quiero vivir a día de hoy, porque estoy cómodo para hacer mis directos, porque me permite practicar deporte y por la seguridad y tranquilidad que hay”, concluye para cerrar las polémicas.