Uno de los reencuentros más esperados seis meses después de La isla de las tentaciones ha sido el de Manuel y Lucía. La pareja rompió su relación después de que el gaditano le fuera infiel con Fiama, una de las tentadoras.
La primera en hablar de su paso por el programa ha sido Lucía, que ha afirmado que sentía “pena” por ella misma al ver las imágenes donde aparece destrozada: “Hoy en día me doy cuenta que esa persona no me hacía falta. Estaba metida en algo que me hacía mucho daño”, ha confesado la joven.
Besos y lágrimas
Al parecer, en el avión de vuelta de República Dominicana Manuel estaba muy arrepentido. “Me dijo que quería estar las nueve horas del viaje mirándome, lloró mucho, me decía que era la mejor persona, que me quería”, ha desvelado Lucía.
Pero la cosa fue a más: “Yo estaba en shock y parecía que no había pasado nada, me sentía super rara, pero dejé que se acercara y nos estuvimos besando”. Aunque la cosa no duró mucho: “Al llegar a Madrid me dijo que se quedaría allí con Fiama. Yo no me podía permitir a mi misma más humillaciones de esas”.
Libre y feliz
Manuel también ha hablado de su experiencia en el programa. “Me comporté como me salió. Estaba muy quemado y cansado de prohibiciones y celos”, ha explicado. Además ha asegurado que se alejó de ella para no hacerle daño: “Preferí que pasara el tiempo porque estoy convencido de que si me acerco a ella, va a acabar cayendo”.
“Ahora soy yo, me siento libre, estoy muy feliz”, ha desvelado. Aunque su relación con Fiama no acabó de funcionar: “Yo venía de tres años y medio de relación, estaba muy quemado, tuvimos un acercamiento, estuvimos quedando, pero las cosas no funcionaron. Ahora somos amigos y le tengo mucho cariño”.
Reencuentro a gritos
Ha llegado el momento del reencuentro de la pareja y han discutido a gritos desde que se han visto. Sin embargo, después de un rato, se han dedicado unas palabras. “Yo me voy a quedar con lo bueno siempre, te voy a querer siempre, sabes que nunca te voy a desear nada malo y me alegraré de todo lo bueno que me pase”, ha expresado Manuel.
Aunque Lucía no ha podido compartir unas buenas palabras porque no las sentía: “No te deseo ni nada bueno ni nada malo, no quiero saber nada de ti. No me salen buenas palabras para ti porque he sufrido mucho”.