La docuserie sobre Rocío Carrasco ha levantado mucha polvareda. Las acusaciones de maltrato hacia Antonio David han provocado el posicionamiento de la sociedad e incluso del mundo político, por lo que ahora se mira con lupa toda su historia pasada.
En el primer capítulo, el programa repasaba los inicios de la historia de amor entre la hija de Rocío Jurado y el guardia civil y su paso por Cataluña. Ya allí, según la protagonista, empezaron a haber algunos engaños y apareció la violencia física.
Anuncio de boda
Pese a todo, por “miedo”, Carrasco no denunció y se llegó a casar con él. El anuncio tuvo lugar precisamente en un pequeño municipio cercano a Manresa, Sant Joan de Vilatorrada. En concreto, en el Saloon Far West.
Era un 16 de marzo de 1990, cuando la pareja, aparentemente orgullosa de su relación, proclamaba su amor a los cuatro vientos junto a un grupo de amigos y lanzaba la bomba: se iban a casar.
Sin sobresaltos
Pero si los amigos de los novios se quedaron asombrados, más parado se quedó el propietario del local cuando supo quien les había alquilado la sala. Fue Antoniodá quien reservó, pero no dijo quien más iba a venir.
Tampoco hubo mucho escándalo cuando estuvieron allí. Los clientes allí presentes nunca se sintieron molestos por la celebración, sólo les dedicaban alguna mirada de más a ella, a quien reconocieron en seguida, poca cosa más.
Un bocadillo y cubatas
Las crónicas de la fecha indican que no fue una noche de muchos excesos, si bien lo único que pidió la mayoría fueron unos cuantos cubatas. Rociito pidió también un bocadillo de lomo, aunque luego cambio de opinión.
Antes de irse, el dueño del local les invitó a una ronda de chupitos. Por su parte, la pareja y los amigos mostraron interés por los animales que tenían en un terrario y Antonio David prometió que volverían.