Si ahora se le pregunta a un niño o a una niña que quiere ser de mayor puede que igual ya no diga eso de futbolista o veterinaria. Ahora lo que se lleva es soñar con ser influencer o youtuber. O lo que es lo mismo, ganarse la vida (en algunos casos muy bien) como rostro conocido de las redes sociales anunciando marcas o como prescriptores de un estilo de vida.
El vertiginoso avance de la era digital (y de las redes sociales) ha llevado a estas personas anónimas hasta hace unos años a convertirse en todo un fenómeno de masas. Son cientos las marcas que desean que alguno de los instagramers más conocidos del país promocione las bondades de su producto o lleve en una fotografía una prenda de ropa determinada. El éxito está asegurado a golpe de likes gracias a estos nombres que ya dirigen auténticas empresas en la escena virtual.
Paula Ordovás
Esta mujer menuda de estatura pero que irradia energía allá por donde va fue una de las pioneras en esto de la comunicación online. Un éxito que no le llegó de la noche a la mañana. Paula estudió Periodismo y ya desde la universidad conocía los entresijos de una comunicación que ahora apuesta por lo digital. En su caso comenzó con un blog hasta llegar a lo que ahora es: toda una empresaria.
Desde su ventana en Instagram, donde sigue compartiendo su estilo de vida saludable (el deporte es esencial para ella), su vida y su gusto por la moda, Paula además ha escrito su primer libro, cuenta con su propia tienda online de moda y accesorios y acabar de lanzarse a una nueva aventura relacionada con el mundo del fitness. Un personaje público que cuenta con más de medio millón de seguidores en su red social y que hasta hace dos años se llevaba más de 2.000 euros por cada publicación que subía para una determinada marca.
María Pombo
Su reciente maternidad la tiene estas últimas semanas algo más centrada en su pequeño Martín. Sin embargo, la más conocida de las hermanas Pombo no descuida el contenido que sube diariamente a una red social que es seguida al milímetro por cerca de 1,8 millones de personas. Una comunidad que no solo descubre el look que lleva María en su vida cotidiana, los restaurantes que frecuenta o los actos sociales a los que acude.
María también ha sabido crear alrededor de su imagen todo un conglomerado empresarial donde se incluyen las marcas de ropa Name the Brand y Tipi Tent, además del festival de música Suave Fest. Un ritmo vertiginoso no apto para cualquier chica de su edad, tiene 25 años, y que solo con las publicaciones que hace en su red social puede llegar a ganar más de 8.000 euros por post subido más una historia.
Alexandra Pereira
Aunque ya ha dado el salto a la escena internacional, ahora vive en París donde las marcas de alta costura se la rizan para tenerla de espectadora en sus desfiles de moda, esta viguesa fue otras de las pioneras. Todo comenzó en su ciudad natal con el blog Lovely Pepa, en alusión al nombre de su perra. Un estilo a la hora de vestirse que gustó tanto que llevó a Alexandra a trasladarse a Madrid para trabajar con marcas publicitarias.
Como algunas de sus compañeras, probó suerte en el mundo de la moda lanzando una colección propia de ropa. Sin embargo, el proyecto no terminó de despegar del todo y ha quedado relegado a un segundo plano mientras Alexandra se centra en las colaboraciones comerciales que le permiten estar viajando continuamente por todo el mundo. Como dato, un storie suyo puede valer hasta 5.000 euros.
Rocío Osorno
Al contrario que Alexandra Pereira, la vida de Rocío Osorno ha estado ligada antes al diseño de moda que a la publicidad en Internet. No en vano esta sevillana que estudió la carrera de Ingeniería Técnica Agrícola demostró muy pronto su interés por los patrones en lugar de por el campo. Fue precisamente el éxito de sus vestidos, que ella misma lucía (y luce en Instagram), lo que la consagró como una de las instagramers con más reconocimiento del país.
Un éxito donde también se mezcla su vida privada ya que recientemente se ha separado del que fuera su marido y padre de sus dos hijos, el senador de Vox Jacobo Robatto. Una noticia que hace unos meses quiso compartir con sus 1,3 millones de seguidores que no perdieron detalle, como tampoco lo hicieron cuando se casó hace casi dos años en la Catedral de Sevilla.