Tras la tormenta llega la calma, y la confrontación entre tentadores y concursantes ha tenido su dosis de paz y amor. A la mañana siguiente el programa les dejaba leer el mensaje que sus parejas le escribieron antes de entrar en la casa.

Los primeros en leerlas han sido Diego y Lola, una pareja que asume que ya está disuelta antes incluso de que acabe el reality, Eso no ha impedido que ella llore.

Nada cambia

“Me hubiera gustado que el perdón y todo lo que pone aquí me lo hubiera dicho más veces”, admitía ella. Aun así asume que “quizás es tarde para pedir perdón y tratar de cambiar los actos, Para mí será siempre una persona muy especial pero las cosas cambían”.

El deportista ha sido bastante más frío pero pese a que no ha dejado caer ninguna lágrima se le ha visto visiblemente emocionado. Ante las cámaras lamenta que con “todos los planes de futuro que tenía”, se haya ido con Carlos. “No se entiende para nada”.

Explicaciones

Esos planes de futuro parecían conjuntos. En sus misivas eran ambos los que hablaban de pasar la vida juntos e incluso dejaban caer su voluntad de tener hijos. Unos proyectos que han quedado en agua de borrajas.

“Obviamente, con todo lo que ha pasado en La isla de las tentaciones, esta carta a día de hoy no tiene ningún sentido”, sentencia el boxeador.