La nueva marquesa de Griñón está en uno de los momentos más dulces de su vida. Tras perder a su padre en el mes de marzo, Tamara Falcó ha encontrado el amor junto a Iñigo Onieva, un joven ingeniero nueve años menor que ella.
Y es que la relación entre ambos va viento en popa. Desde que a finales del 2020 saliesen unas imágenes en las que se les veía paseando de lo más acaramelados por el centro de Madrid, la pareja ya no esconde su noviazgo.
Así es un sábado en la vida de Tamara
Prueba de ello son las últimas instantáneas que han realizado los fotógrafos durante la jornada del sábado, 20 de febrero, y que siguen en la misma tónica. Los tortolitos han pasado el fin de semana juntos en compañía de todas sus mascotas: los dos perros de Tamara y los tres de Iñigo.
De hecho, mientras el joven treintañero salía a correr por la mañana, su chica se iba de paseo con sus dos perritos para luego encontrarse en una terraza, donde ambos se comerían a besos en presencia de su grupito de amigos. A todo ello, después de tomar el aperitivo, la pareja volvió a casa para luego irse de cena.
Juntos y revueltos
Aunque si hay algo que ya podemos asegurar es que viven juntos, revueltos y en pecado. A la espera de que nuestra cocinera favorita se convierta en propietaria de un piso en la lujosa urbanización de Puerta del Hierro, a escasos metros de donde reside su madre, la colaboradora de televisión tiene alquilado un apartamento en el centro de la villa y corte.
Un domicilio que frecuenta, y mucho, el diseñador de coches. Tanto es así, que no es raro verle entrar y salir de la finca los fines de semana. Además, ya son varias las noches que se les ha visto llegar juntos.