La diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada confesó en su entrevista para Domingo Deluxe que su madre era maniacodepresiva. Una enfermedad que trató de superar al someterse a una dura y polémica terapia de electrochoque que, según su hija, no sirvió de nada.
De hecho, la aristócrata contó que cuando volvió de la terapia, su madre se quedó dos días tumbada en la cama sin poder moverse. Pero, mientras trataba de situar esta experiencia en un contexto antiguo, el colaborador Alonso Caparrós dejó a todos boquiabiertos con su testimonio: "Yo también me lo hice".
"Me lo hacían con anestesia general"
Alonso Caparrós ha contado en televisión todos los problemas que ha superado a lo largo de su vida. Desde su adicción a las drogas a los problemas económicos que no le permitían pagar el alquiler, o incluso la comida. Pero con la visita de Ágatha Ruiz de la Prada, el colaborador fue más allá y confesó que también había sufrido una fuerte depresión.
Pese a decir que ya lo había contado, todos sus compañeros se mostraron sorprendidos con la noticia, pero aún se quedaron más boquiabiertos cuando admitió que se sometió a una terapia de electrochoque: "Es un tratamiento en el que tratan de resetearte el cerebro poniéndote corriente eléctrica. Me lo hacían con anestesia general, es muy duro", contó el presentador de Furor.
"Pueden llegar a partirte los músculos"
El procedimiento de la terapia era tan duro que, además de tener que dormirlo entero, "te ponían algo para morder, porque los electrochoques eran tan violentos que pueden llegar a partirte los músculos". Una polémica cura que, según Alonso Caparrós, "te quedas varios días como si te hubiese pasado un tren por encima" al terminar la terapia.
Sin embargo, el colaborador de Sálvame aseguró que el tratamiento no solucionó ninguno de sus problemas: "No me hacía nada, y me cabreaba mucho". Un testimonio desgarrador que dejó sin palabras a sus compañeros, al igual que a los espectadores. Es más, muchos aseguraron en redes sociales que creían que eran terapias de película o muy antiguas, y pensaban que estaban prohibidas en la actualidad.