Carla Barber, la novia de Diego Matamoros, ha cambiado mucho físicamente en los últimos años. La joven es cirujana estética y está muy a favor de este tipo de retoques, por lo que ha pasado por quirófano unas cuantas veces.
La exconcursante de Supervivientes, siempre muy natural al tratar estos temas, ha querido enseñar el antes y después de sus operaciones y desvelar todos los cambios que se ha hecho en el rostro.
Superar complejos
Barber, con más de 800.000 seguidores en Instagram, ha confesado que en 2015 pasó por quirófano para hacerse una rinoplastia. La que se convirtió en Miss España ese mismo año, no estaba a gusto con su nariz ya que no le gustaba la punta.
Dos años después, la influencer quiso poner fin a sus ojeras y se hizo un relleno con ácido hialurónico. Este es un complejo que tiene desde hace tiempo y se ha ido haciendo tratamientos para intentar mejorarlo.
Adicta al bótox
La cirujana asegura que, gracias a las operaciones y, en este caso al bótox, ha podido corregir su bruxismo, el hecho de rechinar y apretar los dientes de forma involuntaria. Además, también se ha inyectado bótox en la piel para conseguir la elevación de su cola de ceja y prevenir las arrugas de la frente, las patas de gallo y el entrecejo.
Por si no fuera suficiente, la novia de Diego Matamoros ha confirmado que cada dos semanas se hace rehidrataciones labiales en su propia clínica para que siempre estén lo mejor posible.