María Teresa Campos es una gran entrevistadora, pero una mala entrevistada. Desde que saliera a la luz la polémica charla que tuvo con Isabel Gemio, parece que la veterana presentadora se ha puesto una coraza protectora y todo lo que le preguntan le molesta o le rebota.
La matriarca de las Campos acudió al plató de Viva la vida para someterse a un pequeño interrogatorio con Emma García, con quien ya tuvo algún que otro encontronazo profesional en el pasado. La veterana comunicadora dejó claro desde el minuto uno que no quería hablar sobre el conflicto con la presentadora de Sorpresa sorpresa, pero sí se mojó algo más en sus respuestas.
Emma quiso evitar la polémica
Para no alterar a su invitada, Emma García preparó un ambiente relajado y pacífico en el que María Teresa Campos se sintiera a gusto. Vista la negativa a hablar sobre Isabel Gemio, la presentadora de Viva la vida decidió no hacer más hincapié y pasar a otros temas.
Resulta que sus respectivas madres son seguidoras cada una de los programas de la otra, algo que comentaron durante un tiempo con mucho respeto profesional entre ellas. Justo lo que le faltó a María Teresa en su entrevista con Isabel Gemio y, algo más lejano, con Jorge Javier Vázquez. Un episodio del que la veterana presentadora no se siente orgullosa, pero "la grandeza está en saber rectificar".
La soltura de María Teresa
Pero hacia el final de la entrevista, la matriarca de las Campos se relajó algo más y dejó a un lado su nueva faceta de difícil entrevistada para responder abiertamente las preguntas de Emma García. Principalmente las de sexo, donde reconoció que "hace nada me he enterado por David Broncano de dónde está el punto G".
En este sentido, la presentadora de Viva la vida le preguntó: "¿Tú has disfrutado del sexo... te ha dado tiempo?". A lo que María Teresa respondió que "con cada uno he tenido un tiempo". Por ello, Emma recordó que en otra entrevista había confesado que "con 40 años habías conseguido saber lo que era el orgasmo". Unas declaraciones que a la veterana comunicadora le sonaron al "pasado muy pasado": "¿Eso he dicho yo? Bueno... un orgasmo se puede tener sin nadie", concluyó una ya experimentada María Teresa.