Nuevos problemas legales para Isabel Pantoja. Tiene sobre sus espaldas una nueva querella judicial que puede acabar con ella en la cárcel.
La demanda judicial interpuesta el 23 de julio de 2020, acusa a la cantante de hasta cuatro delitos: alzamiento de bienes, insolvencia punible, estafa y apropiación indebida.
Penas de prisión
Por el momento, la Justicia ha levantado diligencias previas, pero si acaba en juicio, la artista se volvería a sentar en el banquillo. Ella ha solicitado el sobreseimiento de la causa, pero fue denegada en su día.
La condena que enfrentaría la tonadillera sería de entre un y seis años de cárcel, además de unas responsabilidades civiles que alcanzarían entre 90.000 y 100.000 euros.
Las obras de Mi Gitana
El origen de este caso viene de lejos, de las reformas que habría iniciado Isabel en la finca Mi Gitana por el año 2015. Para llevarlas a cabo contrató a la empresa Panriver que pasó el encargo a Codabe.
Todo parecía ir bien hasta que la folclórica declaró ser insolvente y dejó una deuda de 92.000 euros. Una deuda que, a su vez, le debe Codabe a otra compañía, Hormafer, quien demandó a la primera. Este caso quedó cerrado, pero la deuda de la Pantoja no quedó saldada, ahora se la debe a Hormafer, quien ha puesto la denuncia.
Entramado
El caso se ha complicado después de descubrir un entrapada muy bien preparado. Los denunciantes sospechan que Panriver y Codabe llegaron a un acuerdo con la jurado de Idol Kids para reducir la deuda a 62.759,10 euros. Un dinero del que se hizo responsable la sociedad Grand Fashion Banus.
Corría el año 2015 cuando Isabel estaba en la prisón. Si quería salir la Justicia le requería el pago de 1,2 millones de euros. Para lograrlos, ella a través de su hermano Agustín pone a la venta Miguitana. Y lo consiguen. Grand Fashion Banus compra por 2,2 millones de euros y la finca, y con ella la deuda de 62.759,10 euros.
Dinero en el extranjero
Por si eso no fuera extraño, este sábado, Juan Luis Galiacho adelantaba al respecto que la cantante “puede tener problemas legales graves” por un tema de “un dinero en el extranjero”.
Dichas palabras resuenan ahora con la sospecha de que Grand Fashion Banus es tan sólo una sociedad pantalla que tiene su sede fiscal en un paraíso fiscal. ¿Volverá Isabel a la cárcel?