El posado de Anabel Pantoja desnuda en la nieve vuelve a dar que hablar. Han pasado más de tres días y todavía se comentan las imágenes del momento televisivo de Telecinco.Una de las que se ha apuntado a hablar ha sido Ana Rosa Quintana, y sus palabras han suscitado controversia.

Sus colaboradores valoraban la acción que le propuso Sálvame a su colaboradora para imitar a estrellas como Cristina Pedroche o Tamara Gorro cuando la presentadora dio su opinión. “No vamos a decir que está favorecida, porque es una niña guapísima y no es la imagen más favorecida de ella”, apunta.

¿Mensaje oculto?

Los periodistas presentes en el plató este viernes discrepan de sus palabras. El más beligerante ha sido Miguel Ángel Nicolás, quien considera que todo se debe a su estado físico. “Si no tuviera tanto peso o fuera más delgada nos parecería bien... porque la Pedroche nos parece maravilloso, pero como es Anabel Pantoja no nos parece tanto".

AR estalló. “Mira Miguel Ángel, a mí no me vas a llevar por ese camino, evidentemente, porque yo no me voy a meter con ninguna persona por el peso, y menos yo. Pero yo no digo que esté delgada, gorda, mediana o tal, digo que no está favorecida”, trataba de zanjar.

¿Postura o figura? 

Recuerda que la postura adoptada por la sobrina de Isabel Pantoja dista mucho de la asana de yoga que adoptó la colaboradora de La Sexta, y esto la pudo perjudicar. 

Miguel Ángel defiende que Anabel se prestó para hacer la broma en Sálvame y ahora recibe por todos los lados. "Para mí no es muy saludable, pero me parece bien que se exponga", sostiene.

"Pelotas"

Quintana, visiblemente molesta quiso cortar todas las referencias al peso de la también cantante. "Que tiene sentido del humor, sí; pero decir que sale favorecida, pues sois unos pelotas. Ya está, no voy a decir nada más", sentencia.

Pese a la amenaza y el debate suscitado en el programa, la presentadora no se ha resistido en dar su opinión sobre cuál era el fallo real. Sostiene que la imágen de Anabel no es ni siquiera un tema de la postura adoptada, sino “el tiro de cámara” que debía ser desde arriba. Miguel Ángel Nicolás no parecía muy convencido de que su jefa quisiera decir eso.