Uno de los bebés más esperados del año llegó este 27 de diciembre con el nacimiento de Martín, el hijo de María Pombo y Pablo Castellano. La influencer está viviendo una montaña rusa de emociones después del parto y explicó desde el hospital el miedo que había sentido cuando lo bañaron por primera vez por la necesidad de proteger al pequeño.
Ya en casa, Pombo ha empezado su nueva etapa de adaptación al bebé y de aprendizaje. Más sincera que nunca, la modelo ha querido reflexionar sobre sus sentimientos: “Primer día en casa superado y hormonas revolucionadas como nunca antes”.
Un sueño cumplido
Entre lágrimas, la influencer se ha abierto más que nunca a sus seguidores. “Lloro de felicidad, de cumplir mi gran sueño de ser madre y de que este ratón me haya elegido a mí para serlo”, ha comenzado.
Además, la joven ha mostrado sus debilidades: “Echo de menos sentirle en mi tripa y tengo algo de celos de compartirle porque antes éramos él y yo. Él me protegía de todo lo malo y yo a él. Pero a la vez estoy feliz como nunca antes de tenerle entre mis brazos”, ha asegurado.
Lágrimas de emoción
También ha aprovechado para recordar los momentos en la clínica justo después de que naciera: “Ya echo de menos estos días en el hospital donde estábamos los tres juntos sin ningún tipo de preocupación, en una auténtica burbuja. Nueve meses esperando ese momento y se han pasado en un abrir y cerrar de ojos, y encima en los tiempos que corren los he disfrutado como si fuera una escapada familiar".
“En fin... lágrimas de postparto, de emoción, de nervios, de cansancio, de celos, de miedo y de auténtica felicidad plena que no quiero que acabe nunca”, ha finalizado María Pombo en su cuenta de Instagram.