Dani Rovira anunciaba el pasado 15 de agosto que había superado con éxito el linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que sufría desde el mes de marzo. Los médicos le diagnosticaron la enfermedad cuando Rovira decidió ir al hospital en plena pandemia al notarse un bulto en la clavícula.
Aunque el protagonista de Ocho apellidos vascos ha vivido estos meses con discreción, poco a poco ha ido explicando aspectos de esta etapa de su vida. Ahora, en una entrevista en la Cadena Ser, el actor ha dado todos los detalles de cómo fue su reacción al conocer que tenía cáncer.
“No sabía quién era Hodgkin”
“Ese día ni conocía ni sabía quién era ese tal Hodgkin”, ha explicado Rovira sobre su visita al hospital. El humorista también ha recordado que dejó su móvil grabando para no perderse nada y poder contarle luego a una amiga suya médica todo lo que le habían dicho.
Tres médicos, entre ellos un oncólogo, metieron al actor en una sala para informarle de todo. “Hasta ese momento pensaba que podía ser cualquier otra cosa, el cerebro no está preparado para eso”, ha comentado.
“Perdí el conocimiento”
En ese momento, los médicos le empezaron a explicar qué tenía y cómo sería el tratamiento. El protagonista de 100 metros, que ha explicado que suele desmayarse, empezó a encontrarse mal. “Me tumbé. Perdí el conocimiento y todo. Luego al rato me desperté y fuimos al quirófano a hacer la biopsia”, ha asegurado.
Ni en esa situación tan complicada el comediante dejó atrás su sentido del humor. “Si habéis despotricado lo tengo grabado”, le dijo al médico haciendo referencia al audio que registró para su amiga.
Uso terapéutico del cannabis
Además, el actor ha confesado que durante la quimioterapia empezó a usar THC, el principal constituyente psicoactivo del cannabis. “Te alivia las nauseas, los vómitos, los dolores y te da ganas de comer”, ha asegurado. “Entre estar hecho un trapo y estar medio pedete, elegí medio pedete”, ha comentado.